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Hong Kong (Jueves, 25-08-2016, Gaudium Press) La Diócesis de Hong Kong tiene características únicas. A pesar de pertenecer a China, el territorio goza de libertades adicionales por el hecho de haber sido un enclave británico hasta 1997, por lo cual la Iglesia disfruta de autonomía frente al estado. Sin embargo, la influencia del materialismo es notable y la presencia de la Iglesia es claramente minoritaria. Con sólo 68 sacerdotes diocesanos, las ordenaciones son recibidas con gran alegría y el 20 de agosto se registró la ordenación de dos nuevos presbíteros: el P. Ignatius Lo y el P. Paul Nguyen.
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| Ordenación del P. Ignatius Lo y el P. Paul Nguyen. Foto: AsiaNews. |
De acuerdo a las estadísticas de la Iglesia, cada sacerdote en Hong Kong debe atender a 1,320 fieles, en una población de 384 mil católicos (de los cuales 160 mil son inmigrantes filipinos). La historia del P. Lo, relatada por Asia News, refleja el llamado de Dios en medio de las condiciones locales de materialismo y de desconocimiento de Dios por parte de la mayoría de los habitantes.
El P. Lo no tuvo noticia de al fe hasta su juventud. «Comencé a interesarme en la fe en la universidad en 1997», relató el sacerdote, quien tuvo su primer contacto con el cristianismo en la comunidad anglicana, donde se bautizó en 1999. Sin embargo, algo lo atraía al catolicismo y una lectura de un libro sobre Santa Teresa de Calcuta hizo más fuerte su llamado. «Alguien me decía que yo debería hacerme sacerdote, pero pensé que el mensaje debería estar errado. Hablé con mi pastor y le pedí que orara por mí».
El camino hacia la plena unión en la Iglesia Católica avanzó a través de una invitación de un amigo a participar de la liturgia católica y en 2003, el hoy Padre Lo decidió entrar en el catecumenado, llegando a ser admitido en la Iglesia en la Pascua de 2005. «Iba a Misa todos los días y las religiosas que cuidaban la iglesia comenzaron a preguntarme si estaba en búsqueda de algo», recordó el sacerdote.
Finalmente, las religiosas llevaron al joven ante el Rector del Seminario Diocesano del Espíritu Santo. «un año después de mi entrada en la Iglesia Católica entré en el Seminario. Creí al principio que deseaba seguir el carisma franciscano o dominico, pero Dios escogió para mí el camino diocesano», explicó.
Su decisión no fue fácilmente aceptada pr su familia, ya que sus padres y hermanos no son católicos. Lentamente, sus padres pasaron de la negación a la aceptación y han llegado a apreciar la decisión de su hijo y el afecto de los misioneros que dejaron su tierra para servir al pueblo de Hong Kong. «Trataré siempre de estudiar, mantenerme trabajando con los jóvenes e intentando que entiendan que Dios tiene un llamado para todos», concluyó.
Con información de Asia News.
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