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Belén – Pará (Viernes, 26-08-2016, Gaudium Press) El XVII Congreso Eucarístico Nacional (CEN 2016) finalizó este domingo, 21 de agosto. En el último día del evento, que reunió cerca de 600 mil fieles durante diversos momentos oración y reflexión, el Cardenal Cláudio Hummes destacó la solemnidad del día, la Asunción de Nuestra Señora.
En la ceremonia de cierre del Congreso Eucarístico, Mons. Hummes afirmó que la festividad litúrgica «trae un seguro mensaje de esperanza, de saber de la victoria definitiva del bien y no del mal, de la victoria de la vida y no de la muerte, de la victoria del amor y no del odio, de la victoria de la paz y la misericordia y no de la guerra».
La imagen de la «mujer vestida de sol renueva siempre el mensaje de la importancia de la mujer en la vida de la Iglesia, en la vida de la sociedad, en la vida familiar», dijo el Legado Pontificio nombrado por el Papa Francisco para el Congreso Eucarístico en Belén.
«Nuestra Señora es también la mujer eucarística, porque el cuerpo y la sangre de Jesucristo son fruto de su vientre», explicó.
En seguida, Mons. Cláudio garantizó que después del Congreso, los participantes retornan a sus casas «alegres y firmes en la fe, anunciadores corajudos y misioneros sin miedo ni duda, así como los dos discípulos de Emaús después de reconocer a Jesucristo resucitado en el partir del Pan».
Al referirse a los millares de participantes que estuvieron presentes en los momentos del evento, el Arzobispo Emérito de San Pablo pidió que no dejen que el fuego del Espíritu Santo, renovado y «avivado» por el encuentro personal y comunitario con el resucitado, se extinga. «Cada uno de nosotros, según su estado de vida y condiciones de trabajo, es solicitado a ser misionero/a en su ambiente y en su familia. Pero nosotros, pastores, de modo muy particular, debemos asumir la misión que Cristo nos confió».
Al recordar al Santo Padre, Mons. Cláudio Hummes resaltó el desafío que la actividad misionera representa para la Iglesia y que debe ser «la primera de todas las causas», una vez que vale «de forma bien determinante para la Iglesia Misionera en la Amazonía».
Todavía conforme el Cardenal, las indicaciones del Papa Francisco consisten en una renovación misionera que «solo traerá frutos de salvación si hace surgir y desenvolver una Iglesia profundamente misericordiosa».
«Anunciar a Jesucristo y practicar la misericordia. La misericordia será el test de la autenticidad de nuestra predicación», agregó.
«Abrir la Iglesia, saber derrumbar muros y construir puentes para ir al encuentro de todos, consolar, abrazar, sonreír y llorar juntos, convivir y compartir, encender luces en la noche en que andan tantas personas desorientadas, secar lágrimas y curar heridas, es esto lo que el mundo espera de nosotros cristianos. Es en esto que seremos reconocidos como discípulos verdaderos de Jesucristo», exhortó. (LMI)
De la redacción de Gaudium Press, con informaciones de la CNBB
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