Manaos – Amazonas (Viernes, 26-08-2016, Gaudium Press) La Parroquia San Sebastián, localizada en la capital amazonense, tuvo la honra de recibir el último sábado 20, Fiesta de Nuestra Señora de la Asunción, la visita del Nuncio Apostólico en Brasil, Mons. Giovanni D’Aniello. El representante del Papa en Brasil presidió la celebración eucarística al lado del párroco Fray Sebastião Fernandes y Fray Ricardo Farias.
Invitado a pasar algunos días en Manaos, junto con los capuchinos después de su participación en el Congreso Eucarístico, en Belén, Mons. Giovanni trajo a los religiosos los saludos del Papa Francisco y bendijo la misión que Dios confió a los frailes en el Amazonas.
«Venido aquí a Manaos, traigo el saludo y el cariño del Papa a esta Arquidiócesis y, en especial para la comunidad de San Sebastián que me recibió. Agradezco la hospitalidad y también por la obra que hacen aquí hace tanto tiempo. Queridos padres, sepan que voy a acompañar, personalmente, todavía más esta misión, ahora que la conozco más de cerca. Misión tan bonita que Dios confió, que debe ser asumida siguiendo el ejemplo de Francisco, para que en la humildad, pueda estar con ese pueblo y ser para ellos una guía y un medio de salvación. ¡Que Dios los bendiga!», dijo el Nuncio Apostólico.
En su homilía, Mons. Giovanni habló sobre la importancia de acoger la palabra de Dios con humildad, para después hacerla fructificar. Según él, «es en la humildad que se encuentra Cristo, que se puede percibir la grandeza de Dios».
«Como María, hacer la voluntad de Dios, con mucha humildad, obediencia y fe en Dios. Esa fe que permite llevar a los otros ese Dios que regenera y perdona. Nuestro núcleo cristiano debe ser la fe».
En seguida, resaltó la importancia de la misión de los frailes capuchinos. «Estamos en la iglesia dedicada a San Sebastián, custodiada por los franciscanos capuchinos, familia religiosa ligada a San Francisco que hizo con humildad, obediencia y toda la fuerza de la Fe a su misión». Luego, continuó, «cuando nuestras actitudes con Dios son basadas en la fe, la humildad y la obediencia, él nos confía cosas grandiosas, como hizo con María. Dios actúa en nosotros a través de nuestra simplicidad».
Además, el Nuncio aprovechó la ocasión para agradecer a Fray Ricardo por los servicios que prestó en el secretariado de la Nunciatura Apostólica de Brasil, en Brasilia, deseando bendiciones para la próxima actividad que ejercerá en breve.
Al día siguiente, Mons. Giovanni no apenas visitó como también celebró una misa en el Monasterio San Damián, de las Clarisas Sacramentarias, situado en el barrio Ciudad de Dios. (LMI)
De la redacción de Gaudium Press, con informaciones de la Arquidiócesis de Manaos
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