Washington (Jueves, 10-09-2009, Gaudium Press) Newt Gingrich, presidente de la Cámara Baja de los EE.UU. de 1995 a 1999, y uno de los profesores más respetados en su país, fue admitido en la Iglesia católica en marzo pasado. En declaraciones dadas al National Catholic Register, Gingrich ha contado interesantes detalles de su proceso de conversión.
Cuenta el ex-representante que desde joven tuvo contacto con los grandes autores clásicos y con los grandes temas de la Iglesia, debido a sus estudios de historia de Europa. «Mi doctorado es en historia Europea. No puedes tratar de entender Europa y América sin tratar de entender la Biblia, Agustín, Tomás de Aquino, la Reforma y la Contra-Reforma. En ese punto, inexorablemente tienes que ver con la Iglesia, y de pronto te das cuenta que ella es una estructura de 2000 años de antigüedad».
Después de relatar que sus estadías en Francia, Alemania y Bélgica fortalecieron ese contacto inicial con la cultura cristiana, Gingrich habla sobre cómo esas semillas germinarían en el futuro: «Mi esposa, Callista, se crió en una familia católica y ha asistido a la iglesia todas las semanas de su vida, desde que era una recién nacida prematura. Ella canta en el coro de la Basílica [de la Inmaculada Concepción en Washington]. Yo intentaba ser un buen esposo y asistía a la misa del mediodía para oír sus cantos.»
«Año tras año, fui siendo atraído por las labores de los rectores, Mons. Michael Bransfield y Mons. Walter Rossi. Hace cinco años fuimos a Europa con el coro. Yo no tenía más responsabilidades que la de ser cónyugue. [Durante el viaje] Mons. Rossi y yo tuvimos conversaciones sobre la crisis de nuestra civilización. A medida que yo pensaba cuánto nuestros tiempos son similares al mundo de [San] Pablo, más yo pensaba en la Iglesia».
«Por nueve años vi a Callista comulgar y pude ver el poder de la Eucaristía en su vida» declara Gingrich, al hablar sobre la influencia de su esposa en su proceso de conversión.
Entretanto, el momento de la decisión fue la vista de Benedicto XVI, quien visitó Estados Unidos en abril de 2008, y estuvo en la Basílica de la Inmaculada Concepción en Washington: «Él expresaba en sus ojos tal alegría la noche que estuvo en la basílica. Esa noche le dije a Mons. Rossi: ‘Quiero que sepa que me voy a convertir. Mi experiencia hoy me convence que mi hogar natural está en la Iglesia'». Después de ello, el antiguo speaker de la Cámara de Representantes inició el catecumenado bajo la dirección de los rectores de la Basílica, proceso que concluyó con su entrada a la Iglesia el 30 de marzo de este año.
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