Lima (Jueves, 01-09-2016, Gaudium Press) La Plaza Mayor de Lima, repleta de fieles, fue el escenario done el pasado martes 30 de agosto se celebró la Misa de Apertura del Jubileo por los 400 años de la muerte de Santa Rosa de Lima, Patrona del Perú, las Américas y Filipinas, acontecimiento que lleva por lema «400 años intercediendo por ti». La Eucaristía estuvo presidida por el Cardenal Juan Luis Cipriani, Arzobispo de Lima y Primado del Perú, y contó con la presencia del Presidente Peruano, Pedro Pablo Kuczynski, además de la comunidad eclesial y autoridades civiles y militares.
La imagen de Santa Roma de Lima saliendo en procesión de la Catedral / Foto: Arzobispado de Lima. |
«Santa Rosa nos enseña a ese servicio en silencio y humilde, decía ella: cuando servirnos a los pobres y a los enfermos, servimos a Jesús. Los pobres y los enfermos, este es el camino de la Iglesia, esta es una característica que la distingue desde hace más de 400 años. Ese camino de amor a los pobres, de la enseñanza, de ir conformando los pueblos en la sierra, la selva, y en la costa. Cómo no rendir un homenaje de gratitud a esas congregaciones religiosas: dominicos, franciscanos, jesuitas, mercedarios y tantos otros que han dejado esta huella en el horizonte de nuestros pueblos», manifestó el Cardenal durante la homilía.
En otro momento también se refirió a la reliquia de la santa que permaneció en custodia desde la última visita de San Juan Pablo II a Lima en 1988, y el pasado lunes 29 salió en procesión desde la Basílica Menor de Santo Rosario (Convento de Santo Domingo), hasta la Catedral de Lima. «Tenemos aquí esa reliquia del cráneo de Rosa de Lima, ella nos señala el camino para vivir una patria en unidad. Por ahí leía un aviso, viniendo a la Iglesia: ‘El Perú unido es muy poderoso’, pues Santa Rosa de Lima y la Iglesia desde sus inicios han sido un elemento de unidad. Desde muy pequeños en la Iglesia Católica nos enseñan a amar a la patria y a respetar sus símbolos siempre y por eso la Iglesia tiene ese deber de vivir el amor a la patria», manifestó.
El Arzobispo igualmente habló del importante papel que tiene la mujer en la familia y en la sociedad, tomando el modelo de Santa Rosa de Lima: «con su vida sencilla y austera, con su carácter dulce, con su ardiente palabra, con su apostolado entre los pobres, entre los enfermos, fue una evangelizadora intrépida, dio el testimonio elocuente del papel decisivo que la mujer ha tenido y sigue teniendo en el anuncio del Evangelio y en la vida del país».
Dos Misas presidió el Cardenal Cipriani el pasado 30 de agosto al iniciarse el Año Jubilar de Rosa de Lima. En la mañana fue la de apertura del Jubileo, en la tarde en el Santuario de la Santa / Fotos: Arzobispado de Lima. |
«Siempre la Iglesia ha tenido una particular delicadeza y cariño porque nos viene de la Madre de Dios, la Virgen María, desde pequeñitos hemos aprendido que la mujer tiene un papel irremplazable en la vida de un país, de una familia y de una sociedad», añadió.
Al culminar la Misa, se dio lectura al documento por medio del cual el Santo Padre impartió su bendición, concedido la Indulgencia Plenaria, por el inicio del Año Jubilar de Rosa de Lima.
Este mismo día, en la tarde, el Cardenal Cipriani presidió también la Eucaristía en el Santuario de Santa Rosa de Lima, donde alentó a los fieles capitalinos a seguir los pasos de la santa quien asumió seriamente el amor por Jesús.
«Yo pensaba estos días cuando contemplaba la fiesta de esta santa, Santa Rosa de Lima, que hace 400 años murió y que ahora vive junto a Dios. Y pensaba y les digo lo mismo a ver si les ayuda: Hace 400 años una mujer sencilla como muchas de ustedes se tomó en serio el amor a Cristo y Cristo aceptó. Cristo aceptó ese ofrecimiento de una chica limeña, mestiza, sencilla y humilde que le quería dar su vida (…) Y, ¿qué ocurrió? Esa mujer, como cualquiera de ustedes que está aquí, empezó a rezar, a ayudar más a los enfermos, a querer más a la gente. Y así empezó una historia de amor entre Rosa de Lima y Jesús».
Al concluir, habló de la gran unidad que tuvo Santa Rosa a la cruz de Cristo, y exhortó a los fieles a no abandonar la fe ante las dificultades: «Si quieren seguir a Cristo no huyan cuando las cosas cuesten, cuando falte el trabajo, cuando estés de mal humor o cuando a veces hay problemas en la casa, no huyan de la cruz, ten fe. Qué buena es Santa Rosa que ella nos da este ejemplo».
Con información del Arzobispado de Lima.
Deje su Comentario