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Bowie (Jueves, 01-09-2016, Gaudium Press) Una familia católica de Maryland, Estados Unidos, llamó la atención de importantes medios de comunicación al demostrar que podían ser prósperos económicamente y bastante felices teniendo 13 hijos. Desde una perspectiva material la noticia fue notable porque los protagonistas de esta historia, los Fatzinger, viven una región muy costosa del país y no tienen deudas. Desde una perspectiva espiritual, la historia se hace más interesante: La Eucaristía, el Santo Rosario y la oración fomentan una vivencia comprometida de la fe en esta prolífica familia.
La prosperidad económica de la familia Fatzinger es posible por una sana aplicación de sentido común, la ausencia de ostentaciones y un buen sentido del ahorro de los padres, además del trabajo duro de Rob Fatzinger, el padre de familia y único empleado en el sector de software quien además trabaja ocasionalmente en jardinería y otras actividades, y el compromiso de su esposa Sam, quien aprovecha al máximo los recursos familiares y hace algunas actividades adicionales. La casa fue adquirida en un remate y pagada durante 12 años y los hijos trabajan desde la adolescencia para pagar los bienes suntuarios como teléfonos, reproductores de música, etc.
Pero la mejor parte no es que los Fatzinger no pasen necesidades ni carezcan de deudas, viviendo con sensatez y prosperidad. Lo más llamativo es su vocación de vida familiar, su deseo generoso de tener una familia numerosa (su décimo tercer hijo es adoptado) y su compromiso de poner a Cristo en el centro de su vida. «Definitivamente la Eucaristía diaria está sobre todo, el Rosario en las noches cuando es posible y vivir el año litúrgico», comentó Rob Fatzinger a Epic Pew. Aunque los hijos más grandes ya son responsables de su formación de fe, los padres llevan a sus hijos a retiros espirituales tanto como es posible, estudian las Sagradas Escrituras y sirven como acólitos. «Yo amo ir a la Hora Santa una vez a la semana», expresó su esposa, Sam. «Estar involucrados en actividades parroquiales es una parte enorme de nuestras vidas. Es una bendición tener una gran parroquia que ofrece tantas actividades».
Como era difícil encontrar tiempo para la Adoración Eucarística, Sam eligió las cinco de la mañana del sábado. Las comidas en familia son una parte primordial de su vida, y una de las responsabilidades que como padres han tomado es obtener que sus hijos se acuesten temprano cada noche. Las principales devociones de la familia son al Niño Jesús de Praga, a Nuestra Señora de Guadalupe, Nuestra Señora que Desata los Nudos, Santo Domingo Savio y San José.
Los Fatzinger están convencidos de su deber de inspirar a otras familias por lo cual mantienen una sonrisa en sus labios y son amigables en su entorno. Se aseguran de que los niños se comporten, porque «la gente siempre está esperando que hagamos un desastre», y apoyan otras familias y actividades que las motiven. «Cuando estén en público», aconsejan, «mantengan una sonrisa en su rostro y saluden a los demás, y sean amigables. Salgan de su camino por los demás. Amen al pecador y odien el pecado. Encuentren formas de atraer la gente de vuelta a Dios y sean el faro en el mundo oscuro».
Con información de Epic Pew.
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