Redacción (Jueves, 01-09-2016, Gaudium Press) Desde hace dos años una iniciativa que se realiza en Zambia ha regresado la esperanza a muchos niños que vivían precarias situaciones de pobreza, abuso y abandono.
Se trata del programa «Adopción a distancia», puesto en marcha en el año 2014 y a cargo del misionero y sacerdote salesiano, de origen polaco, Slawomir Bartodziej, que ha traído muchas alegrías para los pequeños que viven en lo que anteriormente era el Reino de Kazwembe, estado africano a orillas del río Luapula, hoy Zambia, donde existe una obra salesiana misionera en la que trabaja el padre polaco.
Gracias a varias personas de buen corazón, quienes adoptan a distancia a un niño, los pequeños tienen la oportunidad de recibir formación y acceder a útiles escolares.
«La alegría más grande es ver a los niños caminando con sus camisas blancas y que van a la escuela. Gracias al programa de ‘Adopción a Distancia’, veo también la esperanza en los ojos de sus padres»: Padre Slawomir / Foto: Gustavo Kralj – Gaudium Press. |
«Para muchos niños de la selva que no tienen dinero para la comida, que se les hace imposible pagar la mensualidad o comprar el uniforme, que (…) usan por primera vez lápices de colores, pinturas o pelotas, gracias a los bienhechores tienen la posibilidad de aprender a leer y escribir, a conocer su país, aprender inglés, obtener una profesión», subrayan los salesianos en nota de prensa difundida por la agencia ANS.
Son muchas las necesidades que tienen los niños debido al difícil contexto social en el que viven, pero los salesianos vienen trabajando con gran esfuerzo, y en el espíritu de San Juan Bosco, para atender esas necesidades, brindarles esperanza y darles la dignidad que merecen como verdaderos hijos de Dios.
Varios son los testimonios que hablan de los cambios positivos y mejores oportunidades que reciben los niños debido a la iniciativa de adopción a distancia. Como es el caso de Josephine, quien se encuentra en séptimo grado y pertenece al oratorio salesiano en Kazembe. Ella, como otros jóvenes, fe incluida dentro del programa de «Adopción a Distancia», gracias al cual ha tenido acceso a muchas oportunidades.
Pese a vivir lejos del oratorio, y a que tarda una hora caminando para llegar a sus estudios, Josephine siempre es la primera en estar para la celebración de la Misa en la mañana, y no deja de participar de las diferentes actividades del oratorio en la tarde. Su vida ha cambiado para bien. Pero antes no era así: de niña había sido vendida por sus padres a un hombre de 34 años, una decisión que tomaron por la pobreza extrema en la que viven.
Del programa, lo que más queda en los corazones es la alegría, misma que experimenta a diario el Padre Slawomir: «La alegría más grande es ver a los niños caminando con sus camisas blancas y que van a la escuela. Gracias al programa de ‘Adopción a Distancia’, veo también la esperanza en los ojos de sus padres», cita ANS.
Con información de ANS.
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