Mumbai – India (Viernes, 02-09-2016, Gaudium Press) Teniendo en vista la proximidad de la canonización de Madre Teresa de Calcuta el próximo día 4 de septiembre, surgen a cada instante declaraciones, hechos y testimonios relacionados con la futura Santa.
Hasta, sería algo anormal, caso no pululasen historias relacionadas con vida y acción de la Fundadora Hermanas Hijas de la Caridad.
Hace poco, el Padre Caesar D’Mello, teólogo y párroco de la Iglesia de Santo André, de la ciudad de Mumbai, en la India, ofreció un testimonio a la Agencia Fides: «Madre Teresa era una persona totalmente ‘descentrada’, o sea, centrada en el prójimo y no en sí misma» y este era uno de los secretos de su persona y su santidad: mantener la mirada, la atención en el prójimo, la consciencia de la preciosidad de la relación humana, en que se manifiesta el Espíritu Santo y la obra de Dios».
El sacerdote se acuerda entonces de sus encuentros personales con Madre Teresa. Cuando él aún era joven, se encontró con ella en la década de 70. Y esa oportunidad ocurrió gracias al Arzobispo Mons. Alan de Lastic: «se hablaba de Madre Teresa con respeto y reverencia, en la Iglesia y la sociedad india» observó el Padre Caesar.
«Su felicidad mayor era participar de la Eucaristía», que consideraba como fuente de toda su actividad cotidiana, agrega el sacerdote.
Padre D’Mello prosiguió con sus recordaciones, recordando la ocasión y las palabras de ella: «En la vez siguiente, yo la encontré en el año 1980, cuando yo estudiaba teología en Roma. Madre Teresa fue invitada para hablar en un encuentro de teólogos y profesores de varios colegios. Todos escuchamos atentos esta simple y frágil religiosa que trabajaba con personas en fin de vida e indigentes, en Calcuta. Ella dijo, entonces, que debemos ser gratos a los pobres que nos permiten servirlos y que debemos aprender de ellos porque tienen mucho para enseñarnos».
«Sus palabras simples, rememora él, tocaron todos los corazones. Su breve discurso fue poderoso y eficaz, simplemente por venir de una persona totalmente engajada en el cuidado con los indigentes y excluidos que morían en las calles de Calcuta. Las palabras eficaces son las que provienen de una vida totalmente dedicada a Cristo y a los pobres», concluyó. (JSG)
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