Clínica de Música Sacra en Diócesis de Lincoln: apreciar y perseguir la belleza

Lincoln (Viernes, 02-09-2016, Gaudium Press) La Diócesis de Lincoln, Estados unidos lleva a cabo lo que podría llamarse un interesante laboratorio litúrgico: desde enero de 2016 el Obispo puso en marcha un plan pastoral para incorporar el canto litúrgico en todas las parroquias. Para esto se dispuso que los fieles aprendan a entonar las partes cantadas en inglés para luego añadir el Kyrie, Sanctus y el Agnus Dei de la Misa Iubilate Deo. La meta es unificar un Cantoral Diocesano en el Adviento de 2017 y mejorar notablemente la interpretación de la música sacra en todos los templos.

Amy Flamminio, Directora del Coro de la Catedral, conduciendo uno de los talleres de la Clínica de Música Sacra. Foto: New liturgical Movement.

Algo evidente en esta empresa del Obispo, Mons. John Doerfler, es la magnitud de su intención y los innumerables obstáculos que deben ser sorteados, desde la adecuada catequesis de los fieles hasta las necesidades materiales que deben satisfacerse para cumplir este propósito. Como uno de los pasos iniciales de este proceso, la Diócesis convocó a una Clínica de Música Sacra, una jornada para motivar y educar a los músicos de la Diócesis en la apreciación de la belleza que deben perseguir para el Culto Divino.

Mons. Doerfler envió personalmente una invitación a cada uno de los músicos de cada parroquia y se obtuvo una participación de más de 230 profesionales, quienes atendieron a charlas de expertos en Liturgia, Música Sacra y Belleza al servicio de la Evangelización, entre quienes se destacan el P. Michael Zimmer, Maestro de Ceremonias de la Diócesis, la Profesora de Música de la Catedral, Jessica Ligon, el Director de Música del Seminario de Nuestra Señora de Guadalupe, Nicholas Lemme y la Directora del Coro de la Catedral, Amy Flamminio.

El Obispo destacó la importancia del llamado en sus palabras de bienvenida a los músicos. «Cantar la Misa no es fácil», expuso. «Pero nos hemos reunido en ocasiones como esta para aprender a realizar el misterio de la Misa lo más bello posible. A hacer un don de nosotros mismos, dando a Dios nuestro mejor esfuerzo, nuestra mejor música y nuestra confianza». El prelado reconoció que a muchos inicialmente no les parecerá posible implementar los cantos, antífonas y polifonías en su entorno local, pero aconsejó comenzar con pequeños pasos. «Comenzar por el inicio, con pequeños pasos y confiar en el Señor, mientras nos guía a Adorarlo con belleza».

El ejemplo de la celebración litúrgica buscada por el prelado y la motivación de los diferentes temas abordados motivaron en algunos de los presentes el descubrimiento de la visión de la Iglesia sobre la belleza. La jornada dotó a los músicos – todos ellos voluntarios – de herramientas para iniciar el proceso de acuerdo a las condiciones particulares de cada parroquia y solucionó dudas sobre la gradualidad con la cual se irá avanzando en la ruta señalada por el Obispo.

Con información de New Liturgical Movement.