Budapest (Miércoles, 07-09-2016, Gaudium Press) Tras la visita del Primer Ministro de Hungría, Viktor Orbán, al Papa Francisco, el Gobierno del país anunció la creación de una Subsecretaría en el Ministerio de Capacidades Humanas dedicada exclusivamente a la ayuda a los cristianos perseguidos en el mundo. Al frente del organismo fue nombrado el anterior embajador de Hungría en Italia, Tamás Török, y se asignó a la dependencia un presupuesto de tres millones de euros.
Viktor Orbán, Primer Ministro de Hungría. Foto: Európai Bizottság/ Végel Dánie |
La decisión también es producto del encuentro del Primer Ministro con el Patriarca de la Iglesia Católica Siríaca, Su Beatitud Ephrem Joseph III Younan, el Patriarca Maronita de Antioquía, Cardenal Bechara Boutros al-Rahi y el Arzobispo melquita de Alepo, Mons. Jean-Clément Jeanbart, en la ciudad italiana de Frascati. Según el embajador húngaro ante la Santa Sede, Eduard von Habsburg, la decisión «es una consecuencia de varios años de ayuda silenciosa del gobierno húngaro a los cristianos de Medio Oriente», informó The National Catholic Register.
El embajador explicó además que ese estado ha suministrado visas a los cristianos perseguidos, pero que su filosofía sobre el tema es que «la mejor forma de ofrecerles una oportunidad es ayudarlos a quedarse en casa, en sus países y hallar ayuda allí… ayudarlos a tener la oportunidad de recibir ayuda en el lugar». Esta posición ha sido expuesta como la mejor alternativa en varias ocasiones por los prelados de Medio Oriente, quienes han denunciado la pérdida de presencia cristiana en la región a causa de las migraciones.
Hungría es uno de los pocos países de Europa que mantiene una política crítica a la apertura generalizada a los refugiados de Oriente Medio a causa del riesgo que identifican en la posibilidad de ingreso de terroristas y en el cambio demográfico y cultural cuya «verdadera naturaleza es la ocupación del territorio» en palabras de Orbán, quien interpreta la llegada de oleadas de refugiados como una iniciativa para «dar otra forma al paisaje cultural y religiosa de Europa, y hacer reingeniería sus fundamentos étnicos».
Con información de National Catholic Register.
Deje su Comentario