Gracias a las nuevas tecnologías, así como a la creatividad, hoy se puede apreciar el vuelo del Botafumeiro desde la perspectiva del mismo incensario / Ver aquí el video. |
Redacción (Miércoles, 07-09-2016, Gaudium Press) Ver el Botafumeiro de la Catedral de Santiago de Compostela, en España, es una de las experiencias más significativas para peregrinos que llegan a la Tumba el Apóstol Santiago tras caminar centenas de kilómetros del recorrido jacobeo.
Varios de ellos así lo manifiestan: Presenciar el inmenso incensario -mide 1.50 metros de alto y pesa 53 kilos- es un acontecimiento único para quien lo vive: apreciar como alzar vuelo por la fuerza del impulso que ejercen los ‘tiraboleiros’ -los ocho hombres que lo halan-, y verlo danzar hacia las naves laterales mientras el incienso se eleva en lo alto de la catedral, es algo inolvidable.
Gracias a las nuevas tecnologías, así como a la creatividad, hoy se puede vivenciar el vuelo del Botafumeiro desde la perspectiva del mismo incensario: la productora de documentales ‘Planet Doc’ realizó un corto video ubicando una cámara GoPro en el mismo incensario, mostrando desde su punto de vista el movimiento que realiza, las velocidades que alcanza, que son de hasta 70 kilómetros por hora, acompañando todo su recorrido.
Fue una ofrenda del rey Luis XI de Francia
Foto: Gaudium Press. |
Sobre este símbolo de la Catedral compostelana, uno de los más significativos, ya se hablaba en el Códice Calixtino escrito en el siglo XV. Allí se cuenta que el monumental incensario, que fue elaborado como ofrenda del rey Luis XI de Francia, se utilizaba en las grandes solemnidades del año litúrgico.
Su original, diseñado en plata, fue robado en 1809 en el contexto de la Guerra de la Independencia Española; realizándose otro en latón con recubrimiento de plata, que es el que se utiliza en la actualidad.
Pero no es el único que existe, ya que una réplica del mismo fue dada como ofrenda al Apóstol Santiago en 1971, el cual puede apreciarse en la Biblioteca Capitular de la Catedral.
Refleja cuál ha de ser la actitud de todo creyente
El Botafumeiro tiene un fin litúrgico, el mismo que tienen los otros incensarios cuando el sacerdote lo utiliza en el altar, con la diferencia que funciona sólo en las principales solemnidades de la Catedral de Santiago al iniciar la celebración Eucarística, o cuando ésta culmina; o cuando un grupo de peregrinos o personas hacen una ofrenda especial al Apóstol.
Su simbolismo refleja cuál ha de ser la actitud de todo creyente, especialmente del peregrino, quien llega al templo a venerar al Apóstol tras realizar el largo Camino de Santiago.
«Este gran incensario quiere simbolizar la verdadera actitud del creyente. Así como el humo del incienso sube hacia lo más alto de las naves del templo, así también las oraciones de los peregrinos deben alzarse hacia el corazón de Dios. Y así como el aroma del incienso perfuma toda la basílica compostelana, de igual modo el cristiano, con sus virtudes y el testimonio de su vida, debe impregnar del buen olor de Cristo, la sociedad en la que vive», exponen desde el sitio web de la Catedral compostelana.
El Botafumeiro solo funciona en doce solemnidades del año: cada 6 de enero en la fiesta de la Epifanía del Señor, durante el Domingo de Resurrección, en la Ascensión del Señor; cuando se conmemora la Aparición del Apóstol Santiago (23 de mayo), en la solemnidad de Pentecostés, en la fiesta del Martirio de Santiago (25 de julio), durante la Asunción de María (15 de agosto); y en las fiestas de Todos los Santos (1 de noviembre), de Cristo Rey, de la Inmaculada Concepción (8 de diciembre) y en Navidad (25 de diciembre); además de la conmemoración del Traslado de los Restos del Apóstol el 30 de diciembre.
Con información de Aleteia y Catedral de Santiago.
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