Rangún (Miércoles, 07-09-2016, Gaudium Press) Un estimado de 96,400 personas en los estados de Kachin y Shan del norte en Birmania permanecen desplazadas a causa del conflicto armado que afecta al país desde 2011 y que por su escala local es poco conocido por la comunidad internacional. Cáritas, la organización benéfica de la Iglesia Católica, lleva a cabo un programa de ayuda para esta población que ha beneficiado a más de 16 mil personas.
Actividades como el tejido vuelven a generar ingrasos estables para las familias y facilitan su recuperación. Foto: Cáritas Internationalis. |
Uno de los desafíos para la atención de los desplazados por la violencia de este país es su ubicación en regiones fuera del control estatal, donde sólo puede llegar la ayuda de algunas organizaciones no gubernamentales locales y que se encuentran fuera del alcance de las agencias internacionales. Además de los campos de refugiados establecidos en estas zonas, un gran número de desplazados aún vive en acomodaciones temporales no aptas para un uso prolongado.
Cáritas Birmania, apoyada en las Cáritas de países de todo el mundo, ha podido llegar a más de 16 mil personas desplazadas, tanto en terrenos bajo control estatal como fuera de él. El Campamento St Joseph Maina es administrado por al Iglesia, y los propios desplazados son contratados para dar seguimiento a las necesidades y condiciones de las familias, de forma que se puede responder de manera ágil a las necesidades más urgentes.
Además, se ha brindado capacitación en oficios como el tejido, que incluyen formación en habilidadeS de negocios y administración, de forma que las familias más vulnerables puedan generar ingresos que los hagan cada vez menos dependientes de las ayudas de la Iglesia. La Asistencia de recuperación del modo de vida permite a las familias de este modo relocalizarse en los poblados y desarrollar actividades independientes de sostenimiento.
Con información de Cáritas Internationalis.
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