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Washington (Lunes, 12-09-2016, Gaudium Press) Universidades Católicas como el Thomas Aquinas College de California o la Universidad Franciscana de Steubenville reportan un gran número de vocaciones entre sus estudiantes. la integración de la vida sacramental en la comunidad educativa y la promoción del discernimiento vocacional, además de una consistente identidad religiosa figuran entre las claves para dar un fruto de gran relevancia en la vida actual de la Iglesia.
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| La práctica de la fe hace parte esencia de la vida de la comunidad educativa de instituciones como el el Thomas Aquinas College de California y la Universidad Franciscana de Steubenville. Foto: Duncan Stroik. |
Las estadísticas de los planteles son notables. Según el National Catholic Register, la Universidad Franciscana de Steubenville, fundada en 1946 y con un número aproximado de 2.500 alumnos, cuenta con 700 ex alumnos que se hicieron posteriormente sacerdotes o religiosos; 400 de ellos aún viven. Por su parte, el Thomas Aquinas College de California produjo entre sus exalumnos cerca de 400 vocaciones sacerdotales y religiosas.
«Este es el fruto natural de una educación católica fiel», aseguró a NCRegister Anne Forsyth, Directora de Relaciones institucionales del Thomas Aquinas College. «Nuestro modo de vida entero en la universidad motiva a los estudiantes a pensar acerca de sus vocaciones». El centro educativo convoca a encargados de vocaciones de varias comunidades religiosas y diócesis y vincula a estudiantes varones en un programa de acolitado. El ambiente de la comunidad educativa se beneficia de cuatro Eucaristías diarias y la disponibilidad de capellanes para administrar el sacramento de la Confesión y guiar a los alumnos a través de la Dirección Espiritual.
Además de la vivencia de la fe, la doctrina de la Iglesia informa los contenidos académicos de las diferentes asignaturas. «La universidad me mostró la consistencia de la verdad con la vida católica, y que esta verdad de algo a lo cual debo ordenar mi vida», recordó el P. Brendan Kelly, ex alumno del Thomas Aquinas y profesor de Seminario en la Diócesis de Lincoln. Para él, cuando se presenta la verdad como un todo, «considerar la vida religiosa se convierte en algo normal para los hombres y mujeres católicos».
El P. Mark Bristol, de la Diócesis de Brooklyn y exalumno de la Universidad Franciscana de Steubenville, recuerda la importancia del programa de discernimiento en su institución educativa. «Nosotros oramos juntos, aprendimos juntos y nos apoyamos mutuamente mientras discerníamos nuestras vocaciones», relató, al tiempo que destacó la vida lit?gica de la comunidad educativa y su vida social iluminada por la fe. El testimonio abierto de la fe por parte de los profesores y las normas y modo de vida de las residencias universitarias influyó positivamente en su vida. «No hay presión social para involucrarse en comportamientos que van contra la fe, pero la presión social en su lugar motiva la santidad. Esto resulta en el fomento de las vocaciones al sacerdocio y la vida religiosa».
Con información de National Catholic Register.
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