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Andorra (Martes, 13-09-2016, Gaudium Press) Después de un tiempo de duda sobre la continuidad del título de Copríncipe de Andorra ostentado por el Obispo de Urgel, la Santa Sede confirmó que esta particular dignidad de gran tradición se mantendrá en el futuro, como es la voluntad de la población de ese estado. El Obispo de Urgel, España, es el único prelado además del Papa que ostenta un título de gobierno de un estado además de su ministerio apostólico.
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| Mons. Paul Gallagher, Secretario de Relaciones con los Estados de la Santa Sede (izq), junto a Mons. Joan-Enric Vives, Obispo de Urgel, España, y Copríncipe de Andorra (der). Foto: Obispado de Urgel. |
«Si los andorranos quieren, y me parece que así es, el Copríncipe Episcopal (la Mitra) durará muchos siglos más», anunció el Arzobispo Paul Gallagher, Secretario de Relaciones con los Estados de la Santa Sede, durante su visita oficial a Andorra con motivo de su fiesta Patronal, Nuestra Señora de Meritxell, el pasado 08 de septiembre. Mons. Gallagher manifestó el respeto de la Santa Sede por la voluntad del pueblo andorrano que desea mantener esta forma de gobierno en la que la jefatura de estado es compartida por Obispo de Urgel y el Presidente de Francia.
La decisión fue tomada por el Papa Francisco tras sus reuniones con los Copríncipes, Mons. Joan-Enric Vives y Francois Hollande, así como el Presidente de Gobierno de Andorra, Antoní Martí, así como otras autoridades civiles locales. Se ratificó que no existe objeción para que el prelado cumpla las limitadas funciones políticas establecidas por la Constitución de Andorra de 1994 y que la agenda del gobierno no existe espacio para iniciativas legales contrarias a la fe católica (como el aborto o la redefinición de la familia) que por motivos obvios no pueden ser ratificados por el Obispo Copríncipe.
La ratificación de la dignidad de Copríncipe del Obispo de Urgel descarta la posibilidad de que esta dignidad fuera transferida al Rey de España, a lo cual se oponían los ciudadanos locales y afirma el compromiso del país en el fomento de los valores y principios compatibles con la fe católica. La figura del coprincipado tiene su origen en el reparto feudal del siglo XI y se ratificó en acuerdos en 1278 y 1288.
Con información de Aleteia.
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