Natal – Río Grande del Norte (Miércoles, 14-09-2016, Gaudium Press) La población católica de Natal mantiene las expectativas para la posible canonización de los Mártires de Cunhaú y Uruaçu.
El Arzobispo Mons. Jaime Vieira Rocha, en otras ocasiones, había admitido que el proceso se encontraba en fase conclusiva, y afirmaba el interés del Papa Francisco con el asunto, lo que aumenta aún más las esperanzas de la Iglesia de Natal para la concretización de este deseo.
Mientras la causa de canonización sigue su curso, la Parroquia del Santuario de los Mártires, en el barrio de Nazaret, celebra la tradicional fiesta de sus patronos entre los días 23 de septiembre y 3 de octubre.
La apertura de los festejos en honra a los Mártires de Cunhaú y Uruaçu sucede el día 23, a las 19:00 horas, con izamiento de las banderas, seguida por la celebración de una Santa Misa.
A partir del día 24, todas las noches, a las 19:00 horas, será celebrado un novenario en honra a los patronos. El primer día la ceremonia será presidida por el Arzobispo de Natal, Mons. Jaime Vieira Rocha.
Las conmemoraciones serán encerradas el 3 de octubre. Para este día, habrá una extensa programación religiosa.
Ya por la mañana, a las 8:30 horas, los fieles participan de la procesión por las principales calles del barrio. Después, a las 9:30 horas, será realizada la misa solemne, presidida por el Arzobispo Emérito, Mons. Matias Patrício de Macêdo. Por último, a las 14:00 horas, los católicos acompañan la romería con destino al Monumento de los Mártires, en Uruaçu, San Gonçalo de Amarante.
Mártires de Cunhaú y Uruaçu
Beatificados en el 2000, por San Juan Pablo II, en la Plaza de San Pedro, en Roma, los Mártires de Cunhaú y Uruaçu se remontan al período en que holandeses calvinistas ocuparon los territorios de la región nordeste del país, entre 1630 y 1654.
En aquel tiempo, se quería obligar a los católicos a convertirse al calvinismo, prohibiendo hasta la celebración de la Santa Misa.
En este período, en 1645, los católicos del Ingenio de Cunhaú fueron martirizados durante la Celebración Eucarística; el hecho se repitió en Uruaçu tres meses después. De acuerdo con relatos, en la ocasión, al campesino Mateus Moreira se le arrancó su corazón por las espaldas. Y estando listo para morir, emitió en voz alta sus últimas palabras: «¡Alabado sea el Santísimo Sacramento!». (LMI)
De la redacción de Gaudium Press, con informaciones de la Arquidiócesis de Natal
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