Ciudad del Vaticano (Lunes, 19-09-2016, Gaudium Press) La meditación matutina que el Papa desarrolló en su homilía en la Capilla de la Casa Santa Marta el pasado viernes, nació de este trecho de la Primera Carta de San Pablo a los Corintios: «Si Cristo no resucitó, tampoco nosotros resucitaremos».
El Pontífice pasó, entonces a desarrollar y enfatizar la «lógica de la redención hasta el final»: Él notó, con un poco de amargura, que, cuando recitamos la última parte del Credo, lo hacemos con prisa porque nos asusta pensar en el futuro, en la resurrección de los muertos.
Lógica de Cristo
«Es fácil para todos entrar en la lógica del pasado, porque es concreta», y también es «fácil entrar en la lógica del presente, porque lo vemos». Pero cuando miramos al futuro, entonces pensamos que sería «mejor no pensar». «No es fácil entrar en la totalidad de esta lógica del futuro», dijo Francisco.
«La lógica de ayer es fácil. La lógica del hoy es fácil. La lógica del mañana es fácil: todos moriremos. Pero la lógica del después de mañana, ésta es difícil. Y esto es aquello que Pablo quiere anunciar hoy: la lógica del después de mañana. ¿Cómo será? ¿Cómo será eso? La resurrección. Cristo resucitó. Cristo resucitó y está bien claro que no resucitó como un fantasma. En el trecho de Lucas sobre la resurrección: «Tóquenme». Un fantasma no tiene carne, no tiene huesos. «Tóquenme. Denme de comer». La lógica del después del mañana es la lógica en la cual entra la carne».
El Papa prosiguió preguntando «¿cómo será el cielo?». Sin embargo, «no entendemos aquello que Pablo quiere que entendamos, esta lógica del después del mañana». Y advirtió, «somos traicionados por un cierto agnosticismo» cuando pensamos que «será todo espiritual» y «tenemos miedo de la carne».
Primera herejía
No olvidemos: «esta fue la primera herejía», que el Apóstol Juan condena: ‘Quien dice que el Verbo de Dios no se hizo carne, es del anticristo’.
«Tenemos miedo de aceptar y llevar a las últimas consecuencias la carne de Cristo. Es más fácil una piedad espiritualista, una piedad de matices; pero entrar en la lógica de la carne de Cristo, esto es difícil. Y esta es la lógica del después del mañana. Nosotros resucitaremos como Cristo resucitó, con nuestra carne».
Los primeros cristianos
Los primeros cristianos se preguntaban cómo Jesús resucitó y observa que «en la fe de la resurrección de la carne, están enraizadas las más profundas obras de misericordia, porque hay una conexión continua», dijo Francisco.
Por otro lado, San Pablo subraya con énfasis que todos seremos transformados, nuestro cuerpo y nuestra carne serán transformados, recordó el Papa.
Transformación de la carne
Además, recuerda que el Señor «se hizo ver y tocar y comió junto a los discípulos después de la resurrección». Y esta «es la lógica del después del mañana, aquella que tenemos dificultad de entender, en la cual todos encontramos dificultades para entrar»:
«Es una señal de madurez entender bien la lógica del pasado, es una señal de madurez moverse en la lógica del presente, aquella de ayer y aquella de hoy. Es también una señal de madurez tener la prudencia para ver la lógica del mañana, del futuro. Pero es preciso una gran gracia del Espíritu Santo para entender esta lógica del después del mañana, después de la transformación, cuando Él vendrá «, concluyó Francisco su reflexión. (JSG)
De la Redacción de Gaudium Press, con informaciones de Radio Vaticano.
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