Edmonton (Lunes, 19-09-2016, Gaudium Press) Los Obispos Católicos de Alberta y los Territorios del Norte en Canadá publicaron nuevos lineamientos para la pastoral de los matrimonios en los cuales establecen el acompañamiento que debe prestarse a las parejas que se encuentren en una segunda unión sin haber establecido formalmente la nulidad de un primer matrimonio. En el documento, los prelados recuerdan la necesidad de acudir a los tribunales para establecer si la primera unión es inválida y explicaron que ciertas expectativas de cambio de la disciplina de la Iglesia no son correctas.
Los Obispos destacaron «la belleza y la dignidad del matrimonio y la vida familiar». Foto: Annchrstin. |
«Podría suceder que, a través de los medios, los amigos o la familia, las parejas hayan sido conducidas a entender que ha habido un cambio en la práctica de la Iglesia tal, que ahora la recepción de la Santa Comunión en la Eucaristía por personas que están divorciadas y vueltas a casar civilmente es posible si ellos simplemente tienen una conversación con un sacerdote», advirtieron los Obispos. «Esta percepción es errada».
Los seis Obispos firmantes de las directivas proponen un «acompañamiento pastoral auténtico y efectivo» en el cual se acoge «con generosidad y amor» a las parejas y se recomienda una comunicación cálida de apertura y disposición. La norma recuerda a los sacerdotes que las parejas deben dirigirse ala Tribunal Interdiocesano de Matrimonios para evaluar las condiciones de sus casos e invitar al examen de conciencia. «Oramos para que estos hermanos y hermanas nuestros abran sus corazones al amor misericordioso del Padre, revelado en Cristo, y encontrar sanación y reconciliación dentro de la Iglesia», afirma el documento.
Los Obispos recordaron que la recepción de la Comunión en la Eucaristía es una expresión visible de la participación en la Nueva Alianza de jesucristo. «Por tanto, cualquier ruptura sería de esta unión, como el adulterio, debe ser sanada antes de la recepción de la Santa Comunión», y recordaron el deber de los creyentes de confesar todos los pecados graves antes de comulgar. Los prelados destacaron «la belleza y la dignidad del matrimonio y la vida familiar» y el llamado del Papa Francisco de expresar la misericordia y el amor a las familias que encuentran dificultades.
Con información de Crux Now.
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