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Bratislava (Martes, 20-09-2016, Gaudium Press) Los Representantes de las Conferencias de Obispos Católicos de Europa Central y Oriental (CCEE) se reunieron en la ciudad de Bratislava, República Eslovaca, los días 08 y 09 de septiembre para tratar los desafíos de la Iglesia en esta región. «Veintisiete años después de la caída de los regímenes comunistas, Europa Central y Oriental enfrenta nuevos desafíos», indicaron los prelados en un comunicado oficial. «Los más serios son la crisis de la familia, conectada con la crisis demográfica, y la crisis de fe y de la identidad cultural».
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| Representantes de las Conferencias de Obispos Católicos de Europa Central y Oriental reunidos en Bratislava. Foto: CCEE. |
«Los Obispos creen que es necesario fomentar la reflexión sobre la identidad europea, que siempre ha estado conectada con la familia basada en el matrimonio entre un hombre y una mujer», indicaron los prelados. «Sólo una sociedad con hijos es una sociedad con esperanza». Los Representantes reiteraron el compromiso de la Iglesia de dar testimonio de la Buena Noticia de Cristo y afirmaron que por este motivo «aprecia y apoya la familia, la fundamental comunidad humana de acuerdo con el plan del Creador».
La familia como base para preservar la identidad
Los prelado criticaron las legislaciones europeas contrarias a la familia y la protección de la vida naciente, las cuales tienen graves consecuencias sociales. «En el presente, Europa, primero que todo, necesita familias estables», declararon, al tiempo que llamaron la atención sobre la cautela que requiere el diseño de políticas de población, que deben estar basadas principalmente en el respeto a la vida y el apoyo a la familia. «La inmigración no es la solución a la crisis demográfica».
Los Obispos recordaron su sensibilidad a los padecimientos de poblaciones que padecen conflictos y guerras y su deber especial de ayudar a los cristianos perseguidos sin excluir al llamado de la caridad cristiana abierta a todas las personas. Sin embargo recordaron que «debemos proceder con generosidad y sabiduría y tener en consideración las circunstancias culturales, religiosas y económicas de los pueblos europeos y de las personas que vienen» a la hora de diseñar las políticas de apoyo. Los países de la región representada por los prelados fueron descritos como países «de paso» con niveles económicos de vida muy inferiores a los de otras regiones que requieren un apoyo de características especiales.
Los Obispos llamaron una reflexión «legítima e incluso necesaria» sobre el futuro de Europa, sus valores e identidad y oraron por todas las víctimas de violencia, guerra y terrorismo. Finalmente expresaron su deseo de que «Europa se convierta en un continente que ponga en primer lugar el respeto de la vida humana desde la concepción hasta la muerte y que el apoyo a la familia y el matrimonio tenga el primer lugar en la conciencia de los representantes públicos».
Con información de Conferencias de Obispos Católicos de Europa Centra y Oriental.
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