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Madrid (Martes, 20-09-2016, Gaudium Press) Mons. Carlos Osoro, Arzobispo de Madrid, España, se dirigió a los participantes del curso para profesores de Religión de la Universidad de Otoño del Colegio Profesional de la Educación y la Delegación Episcopal de Enseñanza. En sus palabras tras haber sido nombrado miembro de honor del Colegio Profesional de la Educación, el Arzobispo destacó la importancia de la religión en la vida de la inmensa mayoría de las personas y denunció que intentar limitar esta dimensión atenta directamente contra la libertad.
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| Mons. Carlos Osoro, Arzobispo de Madrid, España. Foto: Miguel Hernández Santos / Archimadrid.org |
El prelado indicó que el título del curso, «La experiencia religiosa, una realidad antropológica», refleja la realidad del «99 por ciento de la humanidad» que profesa una religión y lleva un mensaje de gran actualidad. «Esto es legitimar un derecho esencial donde se expresa la máxima libertad que todo ser humano tiene que tener, en cualquier lugar donde viva», afirmó el Arzobispo. «Todo aquello que limita esta experiencia, cercena la libertad del ser humano».
«En este momento histórico en el que estamos viviendo, y por supuesto en España, es necesario asumir responsabilidades concretas que nos afectan a todos, hemos de tener la valentía necesaria para abrir nuestra vida y ver qué elementos tienen que acompañar y poner en el centro a la persona humana», exhortó. «¿Y para esto bastan solo técnicas? No. ¿Basta solo la economía? Por supuesto que no. Por ello, ofrezcamos otras cosas… Yo como arzobispo quisiera ofrecer el abrazo que Dios da a todos, sin excepción, y que contiene elementos humanos fundamentales, de acogida, entrega, servicio, de comportamientos morales, culturales, espirituales».
El prelado destacó la importancia de formar las conciencias en las instituciones educativas para obtener que las personas busquen la verdad y se promuevan las virtudes. También indicó que si bien la técnica es necesaria para el progreso social y la economía tiene un papel de gran importancia, estas cosas deben estar «al servicio del hombre y no al revés».
Con información de Arquidiócesis de Madrid.
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