Ciudad del Vaticano – (Miércoles, 21-09-2016, Gaudium Press) – La Iglesia tiene una Bienaventurada más. Desde el 17 de septiembre, los católicos pueden venerar y pedir la intercesión de una nueva Beata. Se trata de Elisabeta Sanna, una laica profesa de la orden tercera del Apostolado católico fundado por San Vicente Pallotti.
Elisabetta Sanna nació en la isla de Sadenha, en la ciudad de Sassari, el 23 de abril de 1788. Murió en Roma el 17 de febrero de 1857. Se casó, tuvo cinco hijos y quedó viuda en 1825, cuando hizo voto de castidad.
La Beata Elisabetta Sanna fue madre espiritual de las jóvenes y mujeres de su tierra. En 1831 hizo una peregrinación a Tierra Santa y fue también a Roma. No pudo volver para Sardenha por motivos de salud. Su vida la dedicó a la oración, al servicio de los enfermos y auxilio da los pobres.
Según el postulador de su causa de canonización, el sacerdote polaco padre Jan Korycki, la nueva beata fue una de las primeras que se inscribieron en la Unión del Apostolado Católico de San Vicente Pallotti, quien fue su director espiritual por 18 años.
La Misa con el rito de beatificación fue presidida por el Prefecto de la Congregación de la Causa de los Santos, el Cardenal Angelo Amato, SDB y ocurrió en la Basílica de la Santísima Trinidad de Saccargia en Codrongianos, Sardenha. (JSG)
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