Menú 
Washington (Lunes, 14-09-2009, Gaudium Press) El presidente estadounidense Barack Obama declaró el miércoles 9 de septiembre pasado que «en nuestro plan [de reforma al sistema de salud] no se utilizarán dólares federales para financiar abortos». Las declaraciones han suscitado numerosos comentarios, en un país donde la citada reforma se ha convertido en uno de los principales asuntos de debate público.
No son pocas las autoridades eclesiásticas que se han pronunciado sobre todo el trámite. Incluso, la reciente visita de Obama al Papa Benedicto XVI -tras la cumbre del G-8- estuvo marcada por las discusiones. En dicha ocasión la Santa Sede señaló que la bioética y temas relacionados con el respeto a la vida fueron parte esencial de las conversaciones que se sostuvieron.
En el encuentro de cerca de 40 minutos, el pasado 10 de julio en el Vaticano, el presidente estadounidense dijo al Pontífice que haría todo lo posible por reducir el número de abortos en su país. Por su parte Benedicto XVI entregó a Obama la instrucción Dignitas Personae, explicativa de las razones de la Iglesia para oponerse al aborto y a la investigación en células madre embrionarias, entre otros temas. El presidente americano afirmó que la leería en el viaje de regreso a su país.
En los medios católicos estadounidenses -particularmente aquellos relacionados con la labor Pro-vida- existen dudas sobre cómo interpretar las palabras del presidente del miércoles pasado. Algunos dicen que ellas pueden significar su insistencia en que la versión actual del proyecto no estipula el financiamiento del aborto con dineros federales, lo que ellos consideran falso. También se afirma que ellas pueden ser interpretadas en el sentido de que el presidente no quiere que el proyecto de reforma a la salud financie abortos, y por tanto va a instruir a los líderes demócratas en el Congreso para que modifiquen el proyecto de tal manera que se prohíba cualquier tipo de financiamiento a esta práctica.
Los obispos americanos han asumido esta última interpretación y la han puesto de manifiesto en la declaración dada por Richard Doerflinger -Director adjunto de las actividades Pro-Vida del Episcopado Americano- un día después de las palabras del presidente Obama: «Nosotros damos una especial bienvenida al compromiso del presidente de excluir el financiamiento federal del aborto, y mantener las leyes federales existentes que protegen los derechos de conciencia en el cuidado de la salud».
En cualquier caso, el episcopado americano mantiene su empeño en actuar para que el proyecto de reforma a la salud mantenga la legislación vigente en estas materias: «Nosotros creemos que incorporar las antiguas y esenciales leyes federales [vigentes] de estos temas dentro de cualquier nueva propuesta, fortalecerá la reforma al sistema de salud. Trabajaremos junto al Congreso y la Administración para asegurar que esas protecciones sean claramente reflejadas en la nueva legislación, para que nadie sea obligado a pagar o tomar parte en el aborto como resultado de la reforma al sistema de salud», declaró Doerflinger en la ocasión.
Deje su Comentario