Roma (Sábado, 24-09-2016, Gaudium Press) El Breviario del P. Jacques Hamel, el sacerdote francés que fue asesinado por terroristas en la iglesia de Saint-Étienne-du-Rouvray el 26 de julio de 2016, fue añadido a la colección de recuerdos de los mártires de los siglos XX y XXI que se conserva en la Basílica de San Bartolomeo all’Isola en Roma, Italia.
Breviario del P. Jacques Hamel. Foto: Ángeles Conde / Religión en Libertad. |
Según reportó Alfa y Omega, el libro de oración litúrgica fue llevado al templo romano por Mons. Dominique Lebrun, Arzobispo de Ruan, una hermana y sobrinos del sacerdote, así como algunos feligreses, y recibido en una sencilla ceremonia. El Breviario fue dispuesto en el altar dedicado a los mártires de Europa y abierto en la última página leída por el sacerdote.
«Debo confesar que pensé que era demasiado pronto», comentó el Arzobispo de Ruan, al recordar que recibió la petición de una de las pertenencias del sacerdote por parte de la Comunidad de Sant’Egidio que custodia la Basílica. «Pero después de escuchar al Papa (quien calificó al P. Hamel como mártir) vi que me había equivocado. Él fue más rápido que yo. Me siento muy feliz por esta oportunidad de manifestar que el padre Jacques está en la corriente de los mártires de la Iglesia», agregó según informó Alfa y Omega.
La Basílica de San Bartolomeo all’Isola conserva una diversidad de objetos pertenecientes a los mártires modernos por deseo de San Juan Pablo II, quien tras dos años de labores de la Comisión Nuevos Mártires como preparación al Jubileo del año 2000, dispuso que en el templo donde se había desarrollado el trabajo quedar un testimonio visible de los testigos heroicos de la fe. Se prepararon seis capillas en las cuales se conservan los recuerdos de los mártires según su ubicación geográfica.
El último de los mártires recordados es entonces el P. Jacques Hamel, cuyo breviario acompaña objetos de los sacerdotes asesinados por los regímenes comunista y soviético, las víctimas de la persecución religiosa en España y México y testimonios más recientes como la cruz pectoral del Cardenal Jesús Posadas Ocampo, asesinado en 1993 por denunciar en guadalajara, México, la relación del narcotráfico con las autoridades civiles.
Con información de Alfa y Omega.
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