Turín (Martes, 27-09-2016, Gaudium Press)«Testigos de Dios entre los necesitados» es el lema de la expedición número 147 de los misioneros salesianos que comenzó el pasado domingo 25 de septiembre desde Turín al mundo: unos 46 misioneros de la Congregación Salesiana, de diversas nacionalidades, fueron enviados a evangelizar a varios puntos del planeta.
El envío misionero, que ocurre todos los años en la Basílica de María Auxiliadora en Turín -casa de la familia salesiana-, es una tradición que comenzó el propio San Juan Bosco el 11 de noviembre de 1875. En aquella oportunidad un grupo de misioneros, entre ellos sacerdotes y jóvenes, partieron hasta América, llegando a la Patagonia, Argentina, lo que marcó el inicio de la expansión de la Congregación por el Nuevo Continente.
Cada año el Rector Mayor de los Salesianos, en nombre de Don Bosco, preside la celebración de envío en el marco de una Eucaristía en el templo de María Auxiliadora, allí entrega a cada uno el crucifijo misionero, que es signo del envío evangelizador y educativo, y recuerdo de la primera expedición de Argentina.
Los 46 misioneros junto con el Rector Mayor Salesiano / Foto: ANS. |
«Somos herederos de una tradición más que centenaria de nuestra Familia Salesiana. Proclamad con valentía la infinita misericordia y gratuidad de parte de Dios, que se manifiesta sobre todo entre los más pobres y necesitados», fueron las Palabras que dirigió el Rector Mayor, Don Ángel Fernández Artime, al saludar a los misioneros durante la Misa de envío del pasado domingo.
Durante la homilía, el sucesor de Don Bosco también destacó la humanidad para transmitirla en el propio servicio «la que habéis recibido de vuestras familias y cultura, y la profunda que alimentais diariamente en la relación confiada con el Señor».
Asimismo, les llamó a ser testimonio de misericordia optando siempre por los últimos, los más necesitados, sin dejar de lado el anuncio de la Buena Nueva, inspirada en Don Bosco. «Ayudadles a salvar sus vidas abriendo su corazón al servicio de los últimos», manifestó el Rector Mayor.
Participan en esta 147o expedición 18 salesianos, 19 Hijas de María Auxiliadora, 8 voluntarias y un voluntarios, quienes fueron confiados a la maternal protección de María Auxiliadora.
Entre los misioneros se encuentra el sacerdote mexicano Gabriel Cruz quien esperó cerca de 20 años desde que por primera vez solicitó permiso para partir como misionero tras una experiencia que vivió con una comunidad indígena en su país. «El grupo misionero nos invitó a ir durante la Pascua entre los indígenas de la ciudad de Oaxaca. Mi corazón quedó tocado por aquella experiencia, tanto que después repetí cada año en el periódo de Pascua».
Otro de los misioneros recibió su vocación de manera diferente. «Yo no era católico. Estando en el extranjero sufrí un accidente en el mar. Me vi arrastrado por la corriente y estuve a punto de ahogarme. No lograba llegar a la orilla. Me salvé milagrosamente. Entonces sentí una sacudida interior y comencé a pensar en mi vocación: la voluntad de Dios para mí», comentó el Padre Reto Wanner, salesiano coadjutor suizo de 44 años.
Con información de ANS.
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