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Ciudad del Vaticano (Jueves, 29-09-2016, Gaudium Press) En la mañana de ayer, 28 de septiembre, el Papa Francisco, en su Audiencia General realizada tradicionalmente en la Plaza San Pedro los miércoles, desarrolló una catequesis sobre el perdón de Nuestro Señor Jesús en la Cruz.
El Papa comentó que la salvación que Jesús nos dio alcanza su punto ápice en lo alto de la cruz.
«Hoy estarás conmigo en el Paraíso», esas palabras revelan el pleno cumplimiento de la misión del Salvador de la humanidad, dijo Francisco, recordando lo que fue dicho por Jesús en la casa de Zaqueo, en Jericó: «El Hijo del Hombre vino a buscar y salvar lo que estaba perdido».
Jesús, en toda su vida terrenal, se reveló como Misericordioso, como siendo la cara de la misericordia del Padre. Y no se trataba apenas de palabras, sino de gestos concretos como en el perdón ofrecido al buen ladrón, recordó Francisco, citando la frase del Señor, «Perdónales, Padre, porque no saben lo que hacen».
En la cruz entre dos malhechores: perdón
Muriendo en la cruz, inocente y entre dos malhechores, Jesús certifica que la salvación de Dios puede alcanzar a todos los seres humanos, dijo el Pontífice, recordando luego en seguida el Jubileo: él es tiempo de gracia y misericordia para todos, buenos y malos, aquellos que tienen salud y los que sufren; como dice San Pablo, nada nos puede separar del amor de Cristo.
Nadie está excluido del perdón
El Santo Padre volvió a repetir, entonces, en la catequesis de hoy que nadie, ni siquiera un gran malhechor, está excluido del perdón de Dios:
«Pero vosotros podéis preguntarme: ¿Pero dígame Padre, aquel que hizo cosas feas en la vida tiene la posibilidad de ser perdonado?
– ¡Sí! Sí: nadie está excluido del perdón de Dios. Apenas tendrá que aproximarse a Jesús, arrepentido y con ganas de ser abrazado.» (JSG)
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