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Ciudad del Vaticano (Viernes, 30-09-2016, Gaudium Press) Ayer, en el Vaticano, el Papa Francisco, al recibir en Audiencia a 40 organizaciones católicas de solidaridad que prestan ayuda a las poblaciones en Siria e Irak, condenó la violencia en esos dos países.
El quinto encuentro de organizaciones católicas de solidaridad sobre la crisis humana en Siria e Irak es promovido por el Consejo Pontificio ‘Cor Unum’, con el objetivo de debatir una de las «más graves crisis» de las últimas décadas, informa el Vaticano.
Palabras del Papa
En sus palabras, Francisco, acusó «intereses oscuros» que estimulan y sacan provecho de los conflictos armados que asolan Oriente Medio.
Dijo el Papa: «Notamos con gran tristeza que, a pesar de los muchos esfuerzos hechos en varias áreas, la lógica de armas y de la opresión, los intereses oscuros y la violencia continúan causando estragos en estos países».
Para Francisco, las «consecuencias dramáticas» de esta crisis llegan hasta otras regiones y sus consecuencias son visibles en varios otros países. Veamos, por ejemplo, el «grave fenómeno migratorio» que alcanza otras regiones.
Asistencia a la población: Doce mil agentes católicos
En las zonas de conflicto en Oriente Medio actúan cerca de 12 mil agentes católicos y asisten a 4 millones y medio de personas en Siria e Irak:
«Hasta ahora, no hemos sido capaces de acabar con el sufrimiento desgastante y la violación continuada de los derechos humanos», destacó el Pontífice.
Admiración, reconocimiento, apoyo
Dirigiéndose a las comunidades cristianas en Oriente Medio, el Papa, en su nombre y de toda la Iglesia Católica, les manifestó «admiración, reconocimiento y apoyo».
Ya el miércoles, el Pontífice había apelado en favor de la población civil en la ciudad siria de Alepo, palco de enfrentamientos entre las fuerzas gubernamentales y movimientos rebeldes, y apuntó el dedo a los responsables por los bombardeos.
Con la presencia de millares de personas reunidas en la Plaza de San Pedro para la audiencia pública semanal de los miércoles, él dijo:
«Apelo a la consciencia de los responsables por los bombardeos, que tendrán que prestar cuentas delante de Dios». (JSG)
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