Ruán (Lunes, 03-10-2016, Gaudium Press) Mons. Dominique Lebrun, Arzobispo de Ruán, Francia, anunció que el Papa Francisco dio su autorización para inicio de causa de beatificación de P. Jacques Hamel, asesinado en el mes de julio mientras celebraba la Eucaristía a manos de extremistas islámicos. El anuncio fue hecho durante la Eucaristía del pasado domingo 02 de octubre, en la cual se llevó a cabo la reparación necesaria tras la profanación que significa el acto violento y se reabrió el templo para el Culto Divino.
P. Jacques Hamel. Foto: Arquidiócesis de Ruán. |
El prelado ya había afirmado su intención de abrir la causa de beatificación de modo expedito, con la certeza de que las condiciones de la muerte del sacerdote lo convierten en mártir. Las normas canónicas exigen que un mínimo de cinco años se tomen como espera antes de iniciar los procesos de investigación para que se confirme la fama de santidad del creyente. Sin embargo, se puede autorizar el inicio inmediato en casos excepcionales, y el convencimiento sobre el martirio del P. Hamel ha motivado al Santo Padre a realizar afirmaciones sobre su carácter de mártir. El proceso se facilita aún más, ya que en el caso de los mártires no se debe acreditar un milagro para realizar su Beatificación.
Mons. Lebrun relató que llevó a la Santa Sede un retrato del P. Hamel para que el Pontífice lo firmara y ofrecerlo como obsequio a las tres religiosas testigos de su muerte. El Papa, al recibir el retrato, lo situó en el altar y autorizó su culto en la Arquidiócesis, diciendo: «Se puede poner esta foto en la iglesia, porque él es Beato, y si alguien te dice que no tienes derecho, tú le dices que el Papa te ha dado permiso», expresó el prelado a los medios de comunicación.
El Arzobispo reanudó el culto en la parroquia donde ocurrió el asesinato y animó a los creyentes a mantener su vivencia de la fe a pesar de los temores. «Lo que les digo a los fieles que tienen miedo, me lo digo yo a mí mismo: tengamos el coraje de tener miedo», comentó Mons. Lebrun. «Mis fieles tienen miedo psicológicamente, pero en sus corazones y en sus almas ahora son más fuertes, más firmes».
Con información de Alfa y Omega.
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