Islamabad (miércoles, 26-10-2016, Gaudium Press) El caso de Asia Bibi, la mujer católica acusada de blasfemia y condenada a muerte en pakistán en un proceso con graves irregularidades, registra un nuevo capítulo en su etapa final cuando la defensa esperaba una audiencia definitiva en la cual esperaba obtener la libertad de la creyente. El juez Iqbal Hameedur Rehman, de la Corte Suprema de Pakistán, quien se había declarado impedido para estudiar el caso el pasado 13 de octubre, renunció definitivamente a su cargo.
Cristianos de Pakistán oran por Asia Bibi. Foto: christiansinpakistan.com |
Según informó la agencia Fides, «el juez ha dimitido con una carta dirigida a Mamnoon Hussain, el Presidente de Pakistán, sin indicar las razones específicas de su renuncia». En varias etapas del proceso se ha denunciado que los juristas son víctimas de grandes presiones por parte de sectores extremistas con el fin de mantener la polémica aplicación de las condenas en los delitos de blasfemia.
Ante este hecho, el Presidente de la Corte Suprema debe elegir un nuevo juez que haga parte del grupo de tres juristas que escuche la apelación. «Confiamos y esperamos que el Presidente de el caso de Asia Bibi a un colegio de jueces totalmente nuevo», expresó a Fides el tutor de la familia de Asia Bibi, Joseph Nadeem. «Lo que nos ha sorprendido ha sido la falta de puntualidad: el juez Rehman tendría que haberse retirarse en los días anteriores, de modo que el caso pudiese ser asignado directamente a otro colegio».
Justamente el magistrado Rehman expresó como motivo de su impedimento su participación en el juicio en contra de los asesinos de Salman Taseer, ex gobernador de Punjab, quien perdió la vida precisamente por defender a Asia Bibi y criticar las leyes de blasfemia del país. De igual manera, el líder católico Shahbaz Bhatti, Ministro de Minorías de Pakistán, fue asesinado el 02 de marzo de 2011 por este motivo.
Se han registrado en los últimos días nuevas manifestaciones de grupos radicales en Karachi, Islamabad y Lahore , los cuales piden la ejecución de la condena a muerte de la creyente y amenazan a las autoridades con «desencadenar una guerra» si es dejada en libertad.
Con información de Fides.
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