Lima (Viernes, 28-10-2016, Gaudium Press) «Los tiempos pasan, pero Cristo es el mismo, la Iglesia es la misma, los milagros son constantes, el Cielo nos espera. Que esta generación nos pueda decir: ‘fuimos fieles en momentos de dificultades, de relativismos, de discusiones’. Que recuerden que el pueblo peruano junto al Señor de los Milagros fue fiel, no se dejó amedrentar y se mantuvo en la verdad y en su devoción.» Con estas palabras el Cardenal Juan Luis Cipriani, Arzobispo de Lima y Primado del Perú, se dirigió a los miles de fieles que llegaron a la tradicional misa del viernes 28 de octubre del 2016 en la Avenida Tacna.
Jesús y su Iglesia
En otro momento, el Arzobispo de Lima afirmó que el Señor de los Milagros es el Buen Pastor que nunca abandona su Iglesia.
«La Iglesia, Cuerpo de Cristo, permanece sabia en medio de un mundo tan agitado por los embates de las olas del mar, ideas, doctrinas, críticas, insultos y maltratos. Es el demonio que ataca a la Iglesia. Nosotros debemos permanecer humildes y serenos, pero siempre en la verdad de Cristo, en los 10 de mandamientos, en los 7 sacramentos en el ejemplo de una vida honesta. Eso es lo que nos pide el Señor de los Milagros. Esa nave de Jesús no se puede hundir. Basta creer en Jesús y en su Iglesia».
Asimismo, explicó a los fieles la importancia que tienen los sacramentos en la vida de todo cristiano.
«No retrasen el bautismo de sus hijos, la primera comunión, prepararlos en los colegios y en las parroquias, la confirmación, donde el Espíritu Santo concede la fortaleza, inspira, ayuda y luego ese sacramento maravilloso, la reconciliación, la confesión de los pecados, debemos acudir constantemente a la confesión. Son sacramentos en los que a través tuyo el Señor llegue a otros».
También pidió a los miles de fieles que llegaron desde temprano hasta la avenida Tacna a que mediante sus peticiones acerquen a más personas a Dios.
«Hoy el Señor de los Milagros sale nuevamente a las calles de Lima y busca a ese santo pueblo de Dios. Nos busca, nos escucha, nos perdona, nos espera, nos ayuda a salir de nuestros problemas, quiere hacer milagros, por eso ábrele tu corazón. Y no solamente para pedir por ti, pídele por los demás que no han podido venir, que tal vez están en dificultad, seamos generosos si tenemos la suerte de estar cerca del Señor, hoy y ahora. Que tu pensamiento sea: mi esposa, mi esposo, mis hijos, mis nietos, mi abuela, aquel amigo enfermo, aquel que pasa una tribulación, deja que el Señor a través de tuyo vaya a muchos y también a aquellos que no lo defienden y no lo conocen, pide por ellos.»
«Confírmanos en la fe»
Finalmente, el Cardenal del Perú pidió que se reconozcan las faltas propias y se pida la perseverancia en la fe.
«Y hermanos, seamos sinceros, nos miramos a nosotros mismos y vemos miserias, vacilaciones, traiciones, también veamos lealtad, también vemos vidas heroicas que no producen ruido. Yo le pido al Señor confirma en la fe a tanta gente que, sin ruido, ni prensa. Cada día te ama, te reza, te buscan.»
Estuvieron presentes en la Santa Misa, los obispos auxiliares Monseñor Adriano Tomasi, Monseñor Raúl Chau; el Director Espiritual de la HSMN, el Padre Jaime Calvo, y sacerdotes de la Arquidiócesis.
Con información de la Oficina de Comunicaciones del Arzobispado de Lima
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