Jerusalén (Miércoles, 02-11-2016, Gaudium Press) La losa que recubre el sepulcro de Cristo fue removida por tres días, en el marco de las labores de restauración de la iglesia del Santo Sepulcro de Jerusalén, iglesia construida por Santa Elena madre de Constantino, en el año 325.
Es ese un hecho histórico, pues parece que solo ha ocurrido dos veces en los ya casi 1.700 años de existencia de la iglesia: en 1810, con ocasión de reparaciones por un incendio, y en 1555.
Al remover la losa de mármol, Fredrik Hiebert, arqueólogo de la National Geographic Society quien trabaja en todo el proyecto, dijo que fue sorprendido por la «gran cantidad de material de relleno» debajo de la losa. Agregó que «llevará tiempo concluir todos los estudios científicos necesarios», pero al final «estaremos en ocasión de observar la superficie original de roca sobre la cual, según la tradición, fue colocado el cuerpo del Cristo muerto».
Los trabajos de restauración, que iniciaron en mayo pasado, irán hasta marzo de 2017, y se concluirán si todo va bien antes de la vigilia de Pascua.
La restauración fue necesaria por averías en el edículo, es decir, la pequeña estructura debajo de la cúpula de la iglesia que alberga el santo sepulcro. Esta estructura estaba unida por un armazón metálico, que con el paso del tiempo se mostró insuficiente para contenerla. Las piezas frágiles o rotas del edículo serán reemplazadas, las placas de mármol en buenas condiciones serán limpiadas, y toda la estructura será reforzada.
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