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Lisboa (Miércoles, 02-11-2016, Gaudium Press) La Catedral de la Inmaculada Concepción, en Qaraqosh, Irak, volvió a acoger este domingo la celebración de la Misa, poniendo fin a un exilio forzado de más de dos años de los católicos locales, desde que la región cayó en las manos del ‘Estado Islámico’.
La celebración fue presidida por el arzobispo sirio-católico de Mosul, Mons. Yohanna Petros Mouche.
Hace dos años atrás, los diversos medios repetían frases que describían una situación que no se desea que sean anunciadas nuevamente:
«El Estado Islámico tomó Qaraqosh, la mayor ciudad cristiana de Irak; Mons. Petros Mouche, obispo de la ciudad, tuvo que huir. Mujeres embarazadas y ancianos están huyendo ahora, casi siempre a pie».
«Toda la planicie de Nínive está cayendo en las manos de la locura extremista, entre el silencio y la falta de acción de las grandes potencias, de la ONU y de la Liga Árabe».
«Durante la noche del 6 para el 7 de agosto, los habitantes de Qaraqosh, Qaramless, Bartala, Tell Keff, Ba’ashika y de la planicie de Nínive huyeron después de la retirada curda.»
«A la medianoche, casi todos los habitantes de Qaraqosh habían huido», informaba organización «Fraternité en Irak». «Esas ciudades cristianas se vaciaron durante la noche. Eso alcanza 25% de todos los cristianos de Irak», afirmaba Faradj Benoit Camurat, responsable por la asociación Fraternité.
A las 6:00 horas de aquel día el patriarca de los caldeos, Louis Sako, lanzó un apelo de ayuda:
«La mayor parte de las personas va a pie. Cuando el calor del día apriete, ¿qué va suceder con los ancianos y las mujeres embarazadas?» «Es necesario que la comunidad internacional haga algo para socorrer los millares de personas que huyen por las estradas».
Una nueva noticia sobre Qaraqosh
Hoy, una nueva noticia ya puede ser anunciada sobre Qaraqosh. Aún no es el fin esperado, sin embargo, una luz parece brillar en esa víspera de la solemnidad en que los católicos conmemoran a Todos los Santos:
La Catedral de la Inmaculada Concepción, en Qaraqosh, Irak, volvió a acoger en este domingo, 30/10, la celebración de una Santa Misa.
Así, llega al final un exilio forzado de más de dos años que venía siendo padecido por los católicos locales, desde que la región cayó en las manos del ‘Estado Islámico’.
La celebración fue presidida por el arzobispo sirio-católico de Mosul, Mons. Yohanna Petros Mouche.
«Después de dos años y tres meses de exilio, celebramos la Eucaristía en la Catedral que los jihadistas querían destruir», afirmó el prelado.
Qaraqosh es una de las ciudades liberadas en octubre durante la actual ofensiva militar de la coligación internacional que tiene como objetivo la reconquista de Mosul. (JSG)
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