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Sevilla (Viernes, 04-11-2016, Gaudium Press) Con motivo del IV centenario del nacimiento de Bartolomé Esteban Murillo, reconocido pintor barroco español, autor de la «Inmaculada Concepción», la Catedral de Sevilla dedicará un año al artista originario de esta ciudad.
Las celebraciones, que iniciarán el 8 de diciembre de 2017 -precisamente en la solemnidad de la Inmaculada-, girarán en torno al tema «La mirada de la santidad». Se buscará resaltar la relación que tuvo el pintor con la Iglesia, destacándose el punto de vista religioso y devocional de sus obras, varias de las cuales están distribuidas en las diferentes dependencias catedralicias.
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| Inmaculada Concepción de Murillo. |
«Iremos más allá de lo puramente artístico o comercial, resaltando la relación Murillo-Iglesia desde el punto de vista religioso o devocional y su compromiso personal con los valores de la religión católica que mantuvo durante toda su vida; hemos de recordar que ingresó en la Cofradía del Rosario, recibió el hábito de la Venerable Orden Tercera de San Francisco, participó en los repartos de hogazas de pan en las parroquias en las que estaba adscrito, así como que fue hermano de la Hermandad de la Caridad», señala el Cabildo de la Catedral de Sevilla en un dossier de prensa.
Varios serán los objetivos que caracterizarán la conmemoración del IV centenario de Murillo; entre ellos la construcción de una catequesis textual y visual que acerque a los visitantes al concepto de santidad, y redescubrir a Murillo como pintor de la Catedral de Sevilla poniendo como relieve el valor de figuras fundamentales en su producción, como complementos doctrinales y formativos del pintor.
Para ello, como destaca el Cabildo de la Catedral, se buscará unir la obra catedralicia de Murillo y su vida como cristiano desde tres aspectos fundamentales: «Murillo como difusor de la doctrina tridentina, como exponente de la religiosidad popular surgida después de Trento y como misionero de la esperanza tras la peste de 1649».
Entre las iniciativa, la diócesis también realizará la «Ruta Murillo» en los templos de Sevilla donde se encuentran sus obras: La Catedral, Santa María la Blanca, el Hospital de la Caridad, la Parroquia de la Magdalena, la Parroquia de Santa Cruz y la Parroquia de San Bartolomé.
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| Buen Pastor, Murillo. |
«Se plantea crear un triángulo entre el pintor, su obra y el espectador, que profundice en los aspectos espirituales; así como en la consecución de la santidad y la difusión de los dogmas de la comunión de los santos y de la concepción inmaculada de la Santísima Virgen María», explica el Cabildo de la Catedral.
Bartolomé Esteban Murillo nació en Sevilla en 1617 en una familia de 14 hermanos. Huérfano de padre y nueve años después de madre, queda a cargo de él Ana, su hermana mayor, quien le permitie acudir al taller del pintor Juan del Castillo, quien era su pariente.
En 1630 comienza a trabajar en Sevilla como pintor independiente, recibiendo su primer encargo importante en 1645 cuando pintó una serie de lienzos para el claustro de San Francisco el Grande. Este mismo año contrae matrimonio con Beatriz Cabrera, con quien tuvo nueve hijos.
Tras pintar dos grandes lienzos para la Catedral de Sevilla, se especializa en los temas iconográficos que aún hoy lo identifican: La Virgen con el Niño y la Inmaculada Concepción. De ellos realizó varias versiones.
Entre sus obras se destaca también el «Buen Pastor» en figura de niño.
Murillo falleció en Sevilla el 3 de abril de 1682.
Con información del Cabildo de la Catedral de Sevilla.
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