Washington (Viernes, 04-11-2016, Gaudium Press) El Presidente de la Sociedad de Científicos Sociales Católicos de Estados Unidos, Dr. Stephen Krason, hizo un urgente llamado a la Sociedad Médica Americana (AMA, por sus siglas en inglés) para que no cambie su posición actual en rechazo de la práctica de suicidio asistido, ya que un respaldo gremial podría posibilitar su legalización y ocasionar graves males a la esencia misma de la práctica médica en el país.
El documento solicita a la AMA mantener su postura actual, que defiende la vida de los pacientes y la práctica médica. Foto: Ted Van Pelt. |
El Dr. Krason reconoció la notable influencia de la organización en el debate público e hizo un resumen de algunos de los estragos que la propuesta de legalización puede ocasionar. El suicidio asistido «transformará una profesión de curar en una profesión de matar», advirtió el Presidente de la Sociedad. «Va a crear una brecha entre los médicos y sus pacientes, haciendo que la gente desconfíe profundamente de sus doctores, de quienes ya no estarán seguros de que sean fieles a una ética de ayudarlos cuando estén severamente enfermos».
Además de esta desconfianza, la carta señaló que el suicidio asistido y la eutanasia alteran la forma como los profesionales de la salud ven a sus pacientes, «siendo vistos como sacrificables» y dejando de recibir los cuidados adecuados a los cuales tienen derecho en su condición de vulnerabilidad. «Va a motivar una actitud de que no vale la pena causar el gasto de ofrecer ayuda médica a éstos últimos y que supuestamente los recursos médicos limitados no deberían ser usados en ayudarlos».
Otro de los males de incorporar esta práctica es el análisis de la situación de los pacientes según un esquema de costo-beneficio, en lugar de la defensa de la dignidad humana de todos los pacientes. «Esto va a resultar en que quienes padecen enfermedades mentales, quienes sufren depresión y otros (padecimientos) relacionados, busquen ser ayudados a matarse en lugar de obtener la ayuda que necesitan para superar sus problemas». Estos males se extenderían progresivamente a otras personas, incluso niños, como ha sucedido en Europa.
Sobre esta advertencia, Matt Archbold, en redacción para The National Catholic Register, comentó que los pacientes podrían llegar a sentirse presionados por la legalización del suicidio asistido a cumplir con un supuesto «deber de morir» cuando sientan que son una carga para los demás. «Como siempre digo,» concluyó, «si todas las vidas no son consideradas invaluables, es sólo una cuestión de qué tanto valen y quién pone el precio».
Con información de National Catholic Register
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