Lisboa – Portugal (Viernes, 04-11-2016, Gaudium Press) La discusión sobre la legalización de la eutanasia es una señal de «una pérdida de sentido de la vida humana».
Fue como calificó esta discusión la Asociación de los Médicos Católicos Portugueses (AMCP) uniéndose a la posición reciente del Presidente de la Orden de los Médicos.
Para la AMCP, de acuerdo con un comunicado distribuido a la prensa, «la sociedad civil no puede ni debe contribuir para que, en nombre de una ilusoria autonomía y de una distorsionada noción de libertad (que abre camino al individualismo egoísta y a la indiferencia hacia los otros) sea tornando lícito lo que es ilícito, instaurando una auténtica cultura de la muerte».
Eutanasia no es más que quitar la vida
En octubre, el actual Presidente de la Orden de los Médicos, José Manuel Silva y varios de sus antecesores en el cargo, firmaron una carta donde afirman que la eutanasia «no es más que quitar la vida».
«El médico que la practique niega lo esencial de su profesión, tornándose causa de la mayor inseguridad en los enfermos y generador de muertes inaceptables», escribieron, en aquella altura los signatarios del documento.
Reacción de los Médicos Católicos
La reacción de los médicos surgió después del primer caso de eutanasia infantil en Bélgica, donde esta práctica no tiene límite de edad y después de haber sido llevada al Parlamento una petición por el «derecho a morir con dignidad».
Los médicos católicos unen su voz a la Orden de los Médicos «en el repudio de la práctica de la eutanasia».
Para ellos esta práctica es «atentatoria a la dignidad de la vida humana y, por consecuencia, de la dignidad de la acción médica», justamente en aquella que es la misión «de cuidar de la salud de las personas» y celar por «una auténtica cultura de la vida».
Cultura de la vida x cultura de la muerte
Dice la nota distribuida por la AMCP que «los Médicos, en el cumplimiento de los principios de Ética, consignados en todos los Códigos de Ética Médica, nombradamente en su Código Deontológico, no pueden ni deben ir contra aquello que es lo esencial de su profesión».
Para los médicos católicos portugueses, «cualquier ley que, en vez de orientarse en sentido de la prestación de buenos cuidados de salud a todos los ciudadanos, atentase, de cualquier forma, contra la vida, llevaría al Estado a eliminar la defensa y la protección de las personas». (JSG)
(De la Redacción de Gaudium Press, con informaciones de ECCLESIA)
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