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Tokio (Martes, 15-11-2016, Gaudium Press) Las reliquias de San Juan Pablo II y Santa Faustina Kowalska fueron dispuestas a la veneración pública en la Catedral de Santa María en Tokio, Japón, con motivo del cierre de la Puerta Santa, una ceremonia celebrada el pasado 13 de noviembre y que atrajo numerosos fieles japoneses así como de las colonias coreana, vietnamita, filipina y birmana presentes en el país.
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| Entronización de las reliquias en la Catedral de Santa María en Tokio. Foto: Catholic Weekly of Japan |
La celebración fue presidida por el Arzobispo de Tokio, Mons. Peter Takeo Okada, y el Nuncio Apostólico en Japón, Mons. Joseph Chennath. La intención de la Eucaristía fue la petición a Dios, a través de los dos Santos polacos, de obtener el don Misericordia divina para el total de la población japonesa, según la agencia noticiosa AsiaNews.
Por la cercanía de la clausura del Año Santo con la fiesta local del Shichi-go-san, los fieles siguieron la tradición de llevar al templo a los niños de tres, cinco y siete años d edad para que reciban la bendición de manos del sacerdote. Si bien el gesto tiene su origen en la cultura Shito originaria del país, el evento es cristianizado por los creyentes y la clausura del Año Santo permitió que los infantes no recibieran la bendición sólo de un sacerdote sino que la obtuvieran de parte del Arzobispo.
Según informó AsiaNews, la devoción a San Juan Pablo II está arraigada en los fieles japoneses, además de suscitar admiración en el común de la población. Se recuerda con especial interés la visita apostólica del Pontífice polaco al país en 1981. Y el propio Santo Pontífice es responsable de una gran parte de la práctica de la devoción a la Divina Misericordia en el país asiático debido a la declaración del segundo domingo de Pascua en su memoria, de acuerdo a los mensajes recibidos por Santa Faustina Kowalska.
Con información de AsiaNews
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