sábado, 23 de noviembre de 2024
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Qué es ser "católico", por Mons. Dimas Lara Barbosa

Campo Grande – Mato Grosso del Sur (Miércoles, 16-11-2016, Gaudium Press) La Arquidiócesis de Campo Grande, en Mato Grosso del Sur, Brasil, publicó recientemente en su site una carta escrita por el Arzobispo Mons. Dimas Lara Barbosa, en la cual el prelado describe algunas orientaciones sobre el uso del término «católico».

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En el texto, Mons. Dimas hace una breve presentación sobre la comprensión que la Iglesia Católica Apostólica Romana tiene de su propia identidad y misión. «Para eso, conviene luego recordar que forma parte de nuestro Credo la siguiente profesión de Fe: ‘Creo en la Iglesia una, santa, católica y apostólica’. Sobre ella mucho se podría decir. Me detengo apenas delante de la comprensión que tenemos de la catolicidad de la Iglesia».

«El término ‘católico’ significa universal. La Iglesia es católica porque en ella se encuentra ‘la plenitud del Cuerpo de Cristo unido a su Cabeza’. En ella están presentes integralmente todos los medios necesarios para la salvación. Y es de Cristo que la Iglesia recibe esa plenitud, o sea, la confesión de la Fe verdadera y completa, la vida sacramental integral y el ministerio ordenado en la sucesión de los apóstoles», explica el arzobispo.

Según Mons. Dimas, la Iglesia es católica por el hecho de ser «enviada a la universalidad del género humano. Todos los pueblos son llamados a construir el nuevo pueblo de Dios. Este pueblo, permaneciendo uno y único, debe extenderse a todo el mundo y por todos los tiempos, una vez que, en el inicio, Dios formó una sola naturaleza humana y quiso congregar a sus hijos que estaban dispersos. Ese carácter de universalidad que marca el Pueblo de Dios es un don del propio Señor, por el cual la Iglesia Católica tiende a reconducir toda la humanidad con todos sus bienes al Cristo Señor, en la unidad de su Espíritu».

«Ser católico significa, en primer lugar, estar unido a Cristo: ‘Porque sin mí, nada podéis hacer’ (Jn 15,5). La Iglesia es un cuerpo, del cual Cristo es la cabeza (Rm 12,5; Cl 1,18). Separarse de la cabeza sería pasar de la vida para la muerte. Por otro lado, existe entre el cuerpo y la cabeza una unidad indisoluble, de modo que estar unido a la cabeza y no pertenecer al cuerpo sería una incoherencia muy grande».

La Iglesia, prosigue, «es una realidad espiritual y, por tanto, invisible; pero ella tiene, también, elementos visibles. Antes de ser una institución, la Iglesia es un misterio. Ella ‘es al mismo tiempo visible y espiritual, sociedad jerárquica y Cuerpo Místico de Cristo. Ella es una, formada de un elemento humano y un elemento divino. Solamente la fe puede acoger este misterio'».

Como realidad espiritual, así como visible, «la Iglesia está presente en todas las legítimas comunidades locales de fieles unidas a su Papa. ‘En ellas los fieles se reúnen por Ella, en ellas se celebra el misterio de la Cena y aunque muchas veces son pequeñas y pobres, está presente Cristo, por cuya virtud se constituye la Iglesia una, santa, católica, apostólica’ «.

Conforme el Arzobispo de Campo Grande, «el criterio para saber si una Iglesia particular o diócesis pertenece a la Iglesia Católica Apostólica Romana es el hecho de su Obispo estar en comunión con el Obispo de Roma, el Papa, sucesor de San Pedro. De hecho, Jesús prometió: ‘yo te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las fuerzas del Infierno no podrán vencerla. Yo te daré las llaves del Reino de los Cielos: todo lo que unas en la tierra será unido en los cielos, y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos’ (Mt 16,18-19). Y nosotros creemos que esa asistencia especial prometida a Pedro no terminó con él, sino continúa con su sucesor, el Papa».

«Solamente a Simón, a quien dio el nombre de Pedro, el Señor constituyó como piedra en su Iglesia, pero también a los demás Apóstoles, unidos a Pedro, dio el oficio pastoral de unir y soltar: ‘En verdad os digo, todo lo que unas en la tierra será unido en el cielo, y todo lo que sueltes en la tierra será soltado en el cielo’ (Mt 18,18). ‘Este oficio pastoral de Pedro y de los otros Apóstoles forma parte del fundamento de la Iglesia y es continuado por los Obispos bajo el primado del Papa'», agrega. (LMI)

De la redacción de Gaudium Press, con informaciones de la Arquidiócesis de Campo Grande

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