Ciudad del Vaticano (Miércoles, 23-11-2016, Gaudium Press) Hoy en la Audiencia General realizada en el aula vaticana Pablo VI, el Papa Francisco continuó su reflexión sobre las obras de misericordia. En esta ocasión profundizó en dos, que dijo se relacionan mucho entre sí: «Dar buen consejo al que lo necesita» y «enseñar al que no sabe».
El Pontífice destacó que la obra «enseñar al que no sabe» ha tenido en la Iglesia insignes ejecutores, desde san Justino, quien fundara una escuela en Roma en el siglo II, hasta san José de Calasanz, quien abriera las primeras escuelas gratuitas en Europa.
«La falta de instrucción es una grave injusticia que atenta contra la dignidad de las personas. ¡Cuántas personas y sobre todo niños, a causa del analfabetismo, caen víctimas de la explotación y de otras lacras sociales! La Iglesia ha sentido siempre la necesidad de comprometerse en el campo de la enseñanza para cumplir su misión de evangelización. Muchos santos han consagrado su vida a la educación de los más desfavorecidos, sabiendo que ese es el camino para superar la miseria y la discriminación», dijo el Papa.
La importancia de un buen consejo
Aconsejar a quien duda, calma el dolor y sufrimiento provenientes del miedo y de la angustia, que son consecuencia de las dudas y por lo tanto, esto constituye un acto de verdadero amor:
«Dar buen consejo al que lo necesita es un verdadero acto de amor hacia las personas que están desorientadas o tienen dudas. Todos podemos tener en algún momento dudas sobre la fe. La escucha de la Palabra de Dios y la catequesis nos ayudan a superar esas duda. Pero además es importante concretar la fe en nuestra vida, para que no se convierta en algo teórico y abstracto. Cuando practicamos la fe, sirviendo a los hermanos y especialmente a los más necesitados, entonces muchas dudas desaparecen porque sentimos la presencia de Dios que nos ama», explicó el Pontífice.
En su catequesis en italiano, el Papa habló de las dudas sobre la fe, que pueden ser un signo de un deseo de conocimiento más profundo de Dios, pero dijo que debían ser superadas. Afirmó que «que «la enseñanza más profunda que estamos llamados a transmitir y la certeza más segura para salir de las dudas es el amor de Dios con el cual nosotros hemos sido amados».
Con información de Radio Vaticano
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