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Río de Janeiro (Miércoles, 23-11-2016, Gaudium Press) La «Hora Santa» por la esperanza, en Río de Janeiro, acogerá miembros de comunidades parroquiales, congregaciones religiosas, nuevas comunidades, asociaciones y movimientos eclesiales el próximo día 2 de diciembre. La acción tiene como intención la de rezar por la esperanza de un mundo con más paz, justicia, dirigido al bien común y la protección de la vida.
La iniciativa fue propuesta por el Arzobispo de Río, Cardenal Orani João Tempesta, después de su llegada del Vaticano, donde participó del Consistorio convocado por el Papa Francisco para la creación de nuevos cardenales y la celebración de cierre del Año de la Misericordia, con el cierre de la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro.
Luego, la propuesta fue acogida por los obispos auxiliares y vicarios episcopales en la reunión de gobierno, realizada el 22 de noviembre.
El tema que inspirará el evento será «Adviento, tiempo de esperanza» y tiene la intención de auxiliar a los fieles a reflexionar y vivir el momento difícil enfrentado por el país y, particularmente, Río de Janeiro.
«Lo importante es que cada comunidad haga por lo menos una Hora Santa, pero no necesariamente apenas una. Ella puede ser hecha en varios días, en varios locales. Precisamos tener, por encima de todo, esperanza. Y nuestra esperanza es Cristo, aquel que viene. Ese es el gran mensaje del Adviento», explicó el coordinador de pastoral, Monseñor Joel Portella Amado.
La coordinación arquidiocesana de pastoral producirá un subsidio, que podrá ser utilizado el día 2 de diciembre y siempre que las comunidades crean necesario.
Además, el subsidio estará disponible para consulta y obtención en el portal de la Arquidiócesis de Río de Janeiro. Cada parroquia podrá utilizarlo adaptado a la propia realidad.
«En medio de la correría de Navidad y fin de año, la Hora Santa viene a recordarnos que precisamos parar, rezar y colocar nuestra esperanza en Jesús. El material fue hecho para el día 2, pero puede ser utilizado cuantas veces fueren necesarias. Al final, rezar nunca está por demás: fortalece la esperanza», agregó Monseñor Joel. (LMI)
De la redacción de Gaudium Press, con informaciones de la Arquidiócesis de Río
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