Ciudad del Vaticano (Miércoles, 01-11-2016, Gaudium Press) El mensaje para el Día Mundial de Oración por las Vocaciones que será celebrado el 7 de mayo de 2017, ya tiene tema: ‘Empujados por el Espíritu para la misión’.
En el mensaje firmado en el primer domingo de Adviento el Papa Francisco subrayó la «dimensión misionera de la vocación cristiana»:
«El compromiso misionero no es algo que viene a agregarse a la vida cristiana como si fuese un adorno, sino, al contrario, se sitúa en el centro de la propia fe. La relación con el Señor implica ser enviados al mundo», escribe Francisco.
Misioneros del Evangelio
El mensaje subraya que «todos los cristianos son constituidos misioneros del Evangelio», y esto «vale de forma particular» para las personas llamadas a una «especial consagración y también para los sacerdotes».
Francisco considera importante «aprender del Evangelio el estilo de anuncio» y que la persona no se deje llevar «por un cierto frenesí de poder», incluso con la «mejor de las intenciones».
«El Evangelio, al contrario, nos invita a rechazar la idolatría del éxito y del poder, la preocupación excesiva por las estructuras y una cierta ansia que obedece más a un espíritu de conquista que de servicio», dijo el Pontífice.
Guiar al Pueblo de Dios
El pueblo de Dios «precisa ser guiado» por pastores que «gastan su vida al servicio del Evangelio» y pide a las comunidades parroquiales, asociaciones y grupos de oración que pidan «al Señor que mande operarios para su mese y nos dé sacerdotes enamorados del Evangelio».
«Con renovado entusiasmo misionero, son llamados a salir de los recintos sagrados del templo, para consentir a la ternura de Dios de transbordar a favor de los hombres», agrega, señalando que la Iglesia precisa de sacerdotes «confiados y serenos».
Fe Cansada
Según Francisco, hoy es posible «volver a encontrar el ardor del anuncio y proponer» el seguimiento de Cristo, sobre todo a los jóvenes:
«De cara a la generalizada sensación de una fe cansada o reducida a meros ‘deberes a cumplir’, nuestros jóvenes tienen el deseo de descubrir la fascinación siempre a la actualidad de la figura de Jesús, de dejarse interpelar y provocar por sus palabras y gestos», afirma.
La oración en la misión
Para el Papa «no podrá jamás haber» pastoral vocacional ni misión cristiana sin la oración asidua y contemplativa, porque la vida cristiana se alimenta con la escucha de la Palabra de Dios, «sobre todo cuidar de la relación personal con el Señor en la adoración eucarística».
El discípulo no recibe el don del amor de Dios «para su consolación privada», no es llamado a ocuparse «de sí mismo ni a cuidar de los intereses de una empresa», sino puede guardar esa experiencia para sí mismo, concluye. (JSG)
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