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Ciudad del Vaticano (Miércoles,07-12-2016, Gaudium Press) La Audiencia General Papal de este primer miércoles de diciembre se realizó en el aula vaticana Pablo VI. Había cierta espectativa por el tema que abordaría el Pontífice, habida cuenta de la conclusión de sus catequesis sobre las obras de misericordia, corporales y espirituales. Y pronto se conoció el ‘leit motiv’ de esta nueva serie de enseñanzas: la esperanza cristiana.
Este tema fue introducido con un texto del profeta Isaías: «Consuelen, consuelen a mi pueblo», del capítulo 40 del libro del Profeta. El Pontífice resaltó la importancia de la esperanza en estos tiempos oscuros, en que solemos sentirnos extraviados ante el mal y la violencia que nos rodean y ante el dolor de tantos hermanos. Situaciones éstas que hacen que nos desanimemos un poco puesto que nos sentimos impotentes y nos parece que esta oscuridad jamás se disipará.
Entretanto, el Papa dijo que no debemos permitir que la esperanza nos abandone, porque Dios, con su amor, camina con nosotros sin dejarnos solos. Además – reafirmó – el Señor Jesús ha vencido el mal, abriéndonos, al mismo tiempo, el camino de la vida.
De ahí que en este tiempo de Adviento – que es tiempo de espera, en que nos preparamos a acoger una vez más el misterio consolador de la Encarnación y la luz de Navidad – sea importante reflexionar, precisamente, sobre la esperanza. Para habilitarnos a la reflexión, el Pontífice propuso la lectura de la Escritura, como por ejemplo el libro de Isaías.
El Papa concluyó su catequesis pidiendo que permitamos al Señor que nos enseñe la esperanza, esperando confiados en su venida y pidiendo la gracia de que trasforme el desierto de nuestra vida, sufrimiento y soledad, en un camino llano que nos lleve al encuentro con Él y con los hermanos.
Con información de Radio Vaticano
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