Ciudad del Vaticano (Viernes, 09-12-2016, Gaudium Press) Corría el año de 1823, y aún no se había proclamado el dogma de la Inmaculada Concepción, ese que nos afirma que la Virgen nunca tuvo pecado original, que nunca el tizne del pecado mancilló su purísima alma, verdad que sería proclamada 31 años después. Entretanto, era un sentir casi pacífico en el mundo cristiano que Aquella que había engendrado en la carne al Verbo Inmaculado, Inmaculada debería ser.
Virgen Inmaculada, iglesia de San José, Granada – España |
Como ocurre con más frecuencia de la que se cree, el demonio había poseído a un joven analfabeto, de 12 años, en la ciudad de Avellino, en la Campania italiana. Dos fervorosos dominicos -los padres Gassiti y Pignataro-, que habían sido autorizados a realizar exorcismos, se encontraban en el lugar y emprendieron en el pobre muchacho la batalla contra el demonio.
Según relata el P. Gabriele Amorth, sacerdote hace poco fallecido y gran exorcista, los sacerdotes hicieron una pregunta al maligno sobre la Inmaculada Concepción, y este ser de oscuridad tuvo que confesar que la Virgen nunca había estado bajo su poder, ni siquiera cuando comenzó su existencia: De esta forma el Padre de la mentira declaraba una gran verdad.
Animados por su fervor mariano, los exorcistas obligaron al demonio a alabar la Inmaculada Concepción de la Virgen en forma de versos. El diablo sujeto por el poder de Cristo bajo el ministerio sacerdotal, tuvo que cantar un poema puro en rima y más puro en teología. Abajo sigue el original italiano y su traducción al castellano:
Vera Madre son Io d’un Dio che è Figlio
e son figlia di Lui, benché sua Madre;
ab aeterno nacqu’Egli ed è mio Figlio,
in tempo Io nacqui e pur gli sono Madre.
Egli è mio creator ed è mio Figlio,
son Io sua creatura e gli son Madre;
fu prodigo divin l’esser mio Figlio
un Dio eterno, e Me d’aver per Madre.
L’esser quasi è comun tra Madre e Figlio
perché l’esser dal Figlio ebbe la Madre,
e l’esser dalla Madre ebbe anche il Figlio.
Or, se l’esser dal Figlio ebbe la Madre,
o s’ha da dir che fu macchiato il Figlio,
o senza macchia s’ha da dir la Madre.
Soy verdadera Madre de un Dios que es Hijo,
Y soy su hija, aún al ser su madre;
El desde la eternidad existe y es mi Hijo,
Y yo nací en el tiempo y soy su madre.
Él es mi Creador y es mi Hijo,
Y yo soy su criatura y su madre;
Fue divino prodigio ser mi Hijo
Un Dios eterno y tenerme a mí por madre.
El ser de la madre es casi el ser del Hijo,
Visto que el Hijo dio el ser a la madre
Y fue la madre la que dio el ser al Hijo;
Si, pues, del Hijo tuvo el ser la madre,
O hay que decir que está manchado el Hijo
O hay que decir Inmaculada a la madre.
Con información de ReligionenLibertad
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