Nursia (Miércoles, 14-12-2016, Gaudium Press) Tras el terremoto ocurrido en el centro de Italia el pasado 30 de octubre que dejó innumerables daños, entre ellos la destrucción total de la Basílica de San Benito en Nursia, hay grandes signos de esperanza.
Así lo han hecho saber los custodios del templo, los monjes benedictinos, quienes están viviendo un adviento solidario, gracias los corazones generosos de cientos de personas.
«Estamos viviendo esta Navidad de manera simbólica, en cierto modo (…) Nuestro pesebre, que habíamos construido y ampliado a lo largo de los años, se destruyó en el terremoto (…) Sin embargo el pesebre se ha convertido fuente de buena voluntad, porque cuando la gente escuchó que no teníamos ninguno, empezó a organizar para comprar uno nuevo. Esto muestra la generosidad», comentó el padre Benedetto Nivakoff, prior de la comunidad benedictina de Nursia, en entrevista con Radio Vaticano.
Los monjes benedictinos han iniciado una campaña de donaciones cuyo objeto es la reconstrucción de la vida monacal en Nursia / Foto: it.nursia.org. |
Dijo que desde que ocurrió el sismo, han aflorado en los ciudadanos de Italia, incluso de personas de otros países, importantes signos de solidaridad, que han aumentado con el paso de los días:
«A pesar de todo, hay un gran sentido de solidaridad: todo el mundo está viviendo a Nursia para darnos una mano, de una manera nunca antes experimentada, nunca pensada y nunca vista. Son estos gestos los que nos traen una gran sensación de cercanía por parte de muchas personas de todo el mundo: desde Australia, hasta Taiwán, América y Canadá (…) Vienen de todas partes para darnos un regalo; son un poco como los Reyes Magos que vinieron a encontrar a Cristo».
Precisamente hace poco se comenzaron a instalar las primeras casas de madera provisionales fuera de la ciudad de Nursia, que servirá para que vivan las familias, mientras trascurre todo el proceso de reconstrucción. La ciudad es ahora como un pequeño Belén, como comentó el Cardenal Robert Sarah, Prefecto de la Congregación para el Culto Divino, quien visitó recientemente la zona del desastre.
Así lo narró el prior benedictino: «Tuvimos el gran honor de tener al Cardenal Sarah: pasó por nuestro monasterio y dijo: ‘¡Sus casas me recuerdan a Belén!’. Nosotros lo tomamos como una grande señal de apoyo y ánimo; pero también como un punto de partida para nuestra vida monástica».
Recosntruir la Basílica de San Benito, símbolo de la Orden, es uno de los principales objetivos / Foto: it.nursia.org. |
Señaló que después del terremoto, los benedictinos comenzaron a vivir su voto de pobreza con más sinceridad, «es más real, y nos sentimos solidarios con tantos de nuestros vecinos que no tienen nada».
«Cristo y su venida es mucho más que la pobreza: Es Dios hecho hombre, ¡es la encarnación que cambia la historia! Pero lo ha hecho de cierta manera: lo hizo en un pesebre, haciendo ver que pese a no tener nada, uno tiene todo. Y esto es muy importante cuando uno se encuentra en situaciones de esta naturaleza», manifestó Nivakoff.
Los propios monjes han iniciado una campaña de donaciones cuyo objeto es la reconstrucción de la vida monacal en Nursia que incluye la reedificación de la Basílica de San Benito, símbolo de la Orden, y del monasterio.
De la redacción de Gaudium Press, con información de Radio Vaticano y Benedictinos de Nursia (it.nursia.org).
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