Toronto (Lunes, 19-12-2016, Gaudium Press) Cuando los católicos oyen hablar de arte sacro gótico, muy seguramente la primera imagen que llega a su mente podría ser la de una de las grandes catedrales europeas como la de Notre Dame en París, Francia. Mucho menos probable sería que pensaran en un objeto religioso tan pequeño que cabe en la palma de su mano pero tan maravilloso y rico como una obra maestra de gran formato. A estas magníficas y pequeñas obras se dedicó una notable exposición en la Galería de Arte de Ontario en Toronto, Canadá, bajo el adecuado título de «Pequeñas Maravillas».
Una de las miniaturas exhibidas en la colección. Foto. Art Gallery of Ontario. |
Las piezas, 60 en total, son exhibidas con la colaboración del Museo Metropolitano de Arte y el Rijksmuseum. «Ofreciendo nueva comprensión sobre los métodos de producción y el significado cultural de estas asombrosas obras de arte, esta exhibición destaca más de cuatro años de investigación que han empleado tecnología de punta para comprender estos elegantemente precisos rosarios, cuentas de oración y piezas de altar», anunció la Galería.
Las miniaturas fueron elaboradas para creyentes que deseaban portar signos de los misterios de la fe en sus entornos cotidianos seculares en la Alta Edad Media, de acuerdo a la curadora Sasha Suda en diálogo con The Catholic Register. «Usted tiene personas que,a pesar de un estilo de vida más secular, son ciertamente cristianos y creyentes», explicó. «Ellos tienen una fuerte inversión en su fe y quieren tener una pieza de la Iglesia a la mano para sus momentos de contemplación y devoción»
La época de la cual datan- el siglo XVI – se caracterizó por ayudas para la vivencia personal de la fe. Libros personalizados de oración, la representación de las escenas de las Sagradas Escrituras en entornos similares a los de la época y numerosos reportes de revelaciones privadas hablan de una fe vivida en intimidad en la cual encaja el propósito de poseer obras de arte sacro personales y portátiles.
Pero la intención de los estudiosos no se limita a preguntarse el porqué de las miniaturas, sino el intrincado proceso de elaboración que las hizo posibles. «Hicimos mucho escaneo de los objetos y aprendimos que hay muchos objetos dentro de las cuentas que fueron hecho para nunca ser vistos pero que estaban completamente acabados en las tallas», reportó Suda. «El artista está realizando este objeto completamente, claramente pensando que usted debe creer en lo que no puede ver (…). Estas son manifestaciones físicas de este principio de su fe».
Pero a pesar de analizar y publicar los detalles técnicos de las miniaturas, Suda descubrió que el misterio permanece. «La verdad que sabemos ahora es más intrigante – basados en lo que pensábamos que sabíamos sobre el siglo XVI y la magnificación y otra tecnología disponible para los artistas – entonces lo que hemos descubierto es imposible».
Con información de The Catholic Register y Art Gallery of Ontario.
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