Milán (Martes, 20-12-2016, Gaudium Press) Una hermosa iniciativa tiene lugar por estos días en la Arquidiócesis de Milán en Italia: un pequeño grupo de sacerdotes, con el apoyo de religiosas, diáconos y laicos, se encuentra visitando las casas para bendecir a las familias por Navidad. Es un momento de encuentro con las personas que viven en las zonas aledañas a las parroquias y una ocasión importante para dialogar y manifestar la cercanía con ocasión del nacimiento del Niño Jesús.
«Empezamos a bendecir desde los primeros días de noviembre. En nuestro territorio son cerca de 6.500 familias, por eso dividimos el área en tres zonas: en dos la visita la vienen realizando parejas de laicos, en otra, por los sacerdotes, religiosas y diáconos», comenta el Padre Paolo Citran, párroco de la Iglesia de ‘Sant’Apollinare a Baggio’, quien es mencionado en nota de prensa emitida por la Iglesia de Milán.
La visita consiste en una oración, una reflexión y en un diálogo con la familia, posteriormente se ofrecen los buenos deseos de la Navidad y se da la bendición.
El Padre Marco Cripa en una de sus visitas / Foto: Chiesadimilano.it. |
«Son momentos de saludo cordial, incluso cuando se trata de ateos. Una vez un señor me dijo: ‘gracias soy felizmente ateo’. Lo importante es hacer sentir la presencia de la Iglesia. Con los católicos hablamos del territorio. Muy rara vez de temas generales de fe. En algunas casas vemos incluso fotos de los papas», señala el Padre Citran, quien añade que entre las temáticas frecuentes también se habla de la familia, la soledad, la salud, la enfermedad y la esperanza.
Los ancianos y las personas solas, son quienes con mayor agrado y alegría reciben las visitas. «Entre nosotros viven sobre todo ancianos, personas que en un tiempo frecuentaban habitualmente la Misa, pero hoy están forzados a ver la Misa desde casa por televisión. Por eso cada mes llevamos la comunión a cerca de 70 personas», dijo el sacerdote.
Al respecto, también se refiere el Padre Marco Crippa, vicario parroquial de la comunidad parroquial de San Juan Bautista, igualmente mencionado por la Iglesia de Milán: «la acogida es buena por parte de los abuelos y de los jóvenes. Uno de cada diez, tal vez, dice que no tiene tiempo».
El Padre Crippa señala que al principio, cuando comenzaron a visitar las casas, no fue fácil, pero que «ahora muchos abren» y escuchan, algunos se quedan hablando en la puerta y otros hacen entrar al sacerdote.
Para el sacerdote ha sido muy importante el diálogo que podido empezar con varios inmigrantes, muchos de ellos procedentes de Suramérica, otros de África. Con ellos, como explica el sacerdote, el acercamiento es más profundo, porque, tal vez, los hijos participan del oratorio o de la post escuela organizada por las parroquias.
Cuando termine la Navidad, se espera que los sacerdotes hayan visitado alrededor de 1.500 a 1.600 familias.
De la redacción de Gaudium Press, con información de Chiesa di Milano.
Deje su Comentario