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Ciudad del Vaticano (Viernes, 23-12-2016, Gaudium Press) En el Vaticano, en el encuentro con funcionarios de la Santa Sede y sus familiares por ocasión de la celebración de la Navidad, el Papa Francisco recordó la dignidad de los trabajadores.
El Papa llegó a la Sala Pablo VI venido de la Sala Clementina del Palacio Apostólico del Vaticano, donde recibió a los cardenales y superiores de la Curia Romana.
Francisco paró varias veces para saludar a los funcionarios y sus familiares, abrazando especialmente los niños.
Responsabilidad
«Aquí en el Vaticano tenemos un motivo suplementario para hacerlo: tenemos el Evangelio y debemos atender las normativas de la Doctrina Social de la Iglesia».
«Hoy queremos agradecer a Dios, antes que nada, por el don del trabajo. El trabajo es importantísimo sea para la propia persona que trabaja, así como para su familia», dijo.
El Papa invitó a los presentes a agradecer a Dios por todos sus dones, en particular en Navidad. Él evocó también las familias que no tienen trabajo, o que, muchas veces, «hacen trabajos indignos, mal pagados, perjudiciales para la salud».
Al final del encuentro, hablando de improviso, dijo:
«Aquí en el Vaticano, no quiero empleos que no sigan esta línea, nada de trabajo informal, nada de subterfugios». El Papa recordó el compromiso de todos: «cada uno con su responsabilidad», para que el trabajo sea «digno, respetuoso con la persona y la familia, que sea justo».
Él además habló de la costumbre del intercambio de regalos y dijo su deseo:
«Nuestros regalos, esta bella tradición de intercambiar regalos, debería expresar precisamente esto: un reflejo del único don que es su Hijo hecho Dios y nacido de la Virgen María». (JSG)
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