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San Pablo (Viernes, 23-12-2016, Gaudium Press) El Cardenal Arzobispo de San Pablo, Odilo Pedro Scherer, durante celebración eucarística que tuvo lugar en la Catedral Metropolitana, concedió la tradicional bendición de los pesebres e imágenes del Niño Jesús para ser colocadas en los pesebres de las familias en la celebración de la Navidad.
La ceremonia tuvo además como uno de los motivos especiales para su realización los diversos homenajes hechos por los fieles en vista del 40º aniversario de ordenación sacerdotal del Cardenal Scherer.
En su homilía, el purpurado recordó que el tercer domingo de Adviento invita a la alegría y que, por eso, es conocido por muchos como «Domingo Gaudete», que en latín significa «Alegraos».
«La liturgia toda es una invitación a la exultación de la alegría: ‘Alegraos, porque el Señor está cerca’. El Señor no abandona a su pueblo. Él restaura a los que están frágiles», dijo.
Antes de conceder a los fieles la bendición final, Mons. Odilo invitó a todos a aproximarse con los pesebres y las imágenes del Niño Jesús para ser bendecidas.
«Ciertamente todos ya tienen o están preparando un pesebre en casa, y nosotros aconsejamos que las familias lo hagan. El pesebre es una señal de la Navidad cristiana. Si descuidamos eso, otras escenas se apoderan», exhortó.
Por último, el arzobispo destacó las señales de esperanza y testimonio que los cristianos deben dar, todavía más en el período de Adviento. «Somos llamados a dinamizar las prácticas de nuestra fe, la solidaridad y la práctica de la caridad y las obras de misericordia. El tiempo de Adviento es un tiempo de solidaridad».
Al final de la celebración eucarística, el obispo auxiliar y vicario episcopal para la Educación y la Universidad, Mons. Carlos Lema Garcia, dirigió un mensaje a Mons. Odilo por sus 40 años de sacerdocio:
«En nombre de nuestra Arquidiócesis, de los obispos auxiliares, del clero y de todo el pueblo, queremos agradecer a Dios su ‘sí’, de estos 40 años de su primer ‘sí’, ese ‘sí’ que el señor continuó manifestando durante todos estos años. Que ese su ‘sí’ sea ejemplo para nuestros jóvenes, para que no tengan miedo de decir ‘sí’ a Dios».
En seguida, el purpurado, emocionado, agradeció los homenajes y pidió que continúen rezando a Dios para que lo sustente y le dé fuerzas para llevar adelante la misión. «Lo que yo quería pedir es siempre la oración y el apoyo para nuestros sacerdotes, los diáconos, seminaristas, a las vocaciones sacerdotales y religiosas en nuestra Arquidiócesis. La Iglesia precisa renovarse también en aquellos que sirven a la Iglesia», concluyó. (LMI)
De la redacción de Gaudium Press, con informaciones de la Arquidiócesis de San Pablo
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