Lima (Lunes, 02-01-2017, Gaudium Press) En el programa Diálogo de Fe del 31 de diciembre, el cardenal Juan Luis Cipriani, arzobispo de Lima, agradeció a Dios Padre por el año que termina.
«Con la alegría siempre de un año que termina, siempre es bueno levantar el corazón a Dios para agradecerle. Aunque uno ve nubes, oscuridades, problemas y mil cosas; sin embargo, gracias Dios mío porque sigues siendo mi Padre, porque sigues estando a mi lado y porque en el medio de las dificultades tengo esa esperanza de un Dios que es Padre. Agradecimiento es el punto de partida».
En el marco de la celebración de la Fiesta de la Sagrada Familia, el Arzobispo de Lima, se refirió a la unión de la familia y exhortó a los hijos velar por sus padres.
«Parte de la realidad del ser humano es estar amarrado a su origen y por lo tanto: gracias Dios mío. Hagámoslo todo por eso padres que nos diste, aunque hayan tenido problemas o tengas recuerdos difíciles. Nos dieron la vida y en tantas ocasiones yo diría que sufrieron mucho por nosotros y por cada uno de sus hijos e intentaron ser leales y fieles».
También indicó que la Sociedad civil debe luchar como una gran familia por el bien común.
«La última dimensión de la familia, lo que podríamos decir, ahora se llama sociedad civil. La gran familia que goza de una amistad, que no solamente es una convivencia, sino una amistad que nos une en esa búsqueda del bien común. Porque entre todos queremos una seguridad mayor, un respeto, una ciudad más correcta y más limpia. Porque esa amistad civil que conversábamos antes se expresa en la responsabilidad que todos tenemos en que las cosas vayan bien».
«Tengamos esperanza en la eternidad»
Refiriéndose a la última catequesis del año del Papa Francisco, el cardenal Juan Luis, habló sobre la esperanza en la vida eterna.
«Siguiendo las palabras del Papa, él ha hablado sobre esa virtud humana y sobrenatural: la esperanza. Es que son dos planteamientos: o vives el inmediatismo de conseguir dinero mañana y tu vida acaba en 70 o 80 años, y entonces el que tiene esa visión sin eternidad tiene una angustia y una ansiedad que lo lleva a coimear, a corromper, a matar. Se le acaba todo lo que tiene.»
«Cuando el Papa nos habla de la esperanza todo el tiempo está viendo el horizonte de la eternidad. Entonces esa eternidad que todos sabemos que acaba acá una vida y continua otra (…) Me juego la eternidad aquí. Sé que de vez en cuando pierdo en esta batalla temporal para ganar la eterna, entonces no hay esa desesperación cuando llega la enfermedad, cunado ves que los planes no salen, cuando un hijo no anda bien o cuando muere un ser querido».
«Consultemos a los padres»
Asimismo, el cardenal Juan Luis habló sobre la responsabilidad que tiene los padres en la educación de sus hijos.
«La globalización económica que es lo que hay en el mundo, ha querido meterse también a la globalización en la educación, es decir, invadir tu casa a través del ministerio y de la televisión. Entonces nos dicen: «Señor, papá y mamá, déjame que yo me encargo de tus hijos (…) Ahí donde hay que organizar una educación hay que hacerla, pero cuando usted quiere intervenir en la educación de los hijos en la fe, en su conducta moral, consulte usted a los padres de familia, usted no puede hacer lo que le da la gana porque el colegio estatal no es suyo».
Por último, impartió una bendición por fin de año para todos los oyentes del programa.
Con información de la Oficina de Comunicaciones de la Arquidiócesis de Lima
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