Arzobispo de Madrid invita a contemplar el misterio de la manifestación del Señor a la Humanidad

Madrid (Jueves, 05-01-2017, Gaudium Press) Con motivo de la fiesta de los Reyes Magos, que se vive de manera especial en España, el Cardenal Carlos Osoro, Arzobispo de Madrid ha invitado a contemplar el misterio de la manifestación del Señor a la humanidad, a partir de los Magos de Oriente.

En su más reciente carta semanal, dedicada a la solemnidad de la Epifanía que se conmemora el 6 de enero, el purpurado ha llamado a contemplar tres verdades necesarias desde el texto bíblico de los Reyes Magos (Mt 2, 1-12), que son representativos de toda la humanidad: Mirar a Jesús que es Luz, Amor y Verdad; no dejarse engañar por el poder, y dejarse guiar por la luz de la que se tiene necesidad para vivir y hacer vivir.

La Epifanía es la manifestación del Señor a la Humanidad / Foto: Gaudium Press.

En cuanto a la primera verdad, el Arzobispo reflexiona: «Mira a Jesús que es Luz, Amor y Verdad. En el corazón del ser humano y en el corazón de esta humanidad hay una necesidad profunda de Luz, de vivir de las fuerzas que sacan adelante la vida, de no vivir huérfano de lo más necesario para construir la propia vida y las relaciones humanas: amor y verdad. Al seguir la estrella, los Magos de Oriente representan a tantos hombres que dejaron todo por seguir la orientación de lo que está en lo más profundo del corazón».

Explica que los Magos, quienes representan a toda la humanidad, reflejan «la necesidad de ver a Jesús, verdadero Hombre y verdadero Dios», que, «está inscrita en lo profundo del ser humano, en su núcleo de existencia».

Sobre la segunda verdad, de no dejarse engañar por el poder, el purpurado se refiere al encuentro de los Reyes Magos con Herodes: «El encuentro con Herodes es el encuentro con quien vive engañado, creyendo que su poder es el que salva. Es un poder sin amor ni verdad. Es un poder que deja huérfanos a quienes lo aceptan y creen que pueden vivir de él. Cuando no hay amor y verdad, hay miedos, hay recelos, se crean discrepancias, se rompen lazos de unión, se tiran puentes. Y todo porque lo que importa es mantenerme en el poder, para mi servicio y mis ideas (…) Los Magos vieron sus intenciones: no buscaba vivir del amor y de la verdad, deseaba mantener la tensión que hace inviable la convivencia».

Foto: Miguel Hernández Santos / Archimadrid.

Finalmente, el Cardenal llama a dejarse guiar por la luz: «¡Qué manera más discreta y profunda de decirnos donde está la verdad! ‘La estrella que habían visto salir […] vino a pararse encima donde estaba el niño’. Y ‘se llenaron de inmensa alegría’, habían encontrado lo que buscaban, lo que toda persona necesita, lo que esta familia humana necesita para salir adelante. Tiene rostro humano, nos revela quién es el hombre y quién es Dios. Por eso, ellos ‘entraron en la casa, vieron al niño con María, su madre, y cayendo de rodillas lo adoraron; después abriendo los cofres, le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra […] se retiraron a su tierra por otro camino'».

Concluyendo el mensaje, el Cardenal Osoro invita a los fieles a seguir cuatro pasos para acercar la realidad que llena la vida y la historia de sentido: «Llena la vida de la verdadera alegría: Jesucristo; entra en su casa como los Magos y dale la mano a María (…), arrodíllate y adóralo, si tú eres valioso para los demás es por ser imagen de él (…); dale lo que eres. Hazle la ofrenda de tus tesoros».

Con información de la Archidiócesis de Madrid.