viernes, 22 de noviembre de 2024
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Investigación revela manera en que Santa Sede intentó detener el genocidio armenio

Ciudad del Vaticano (Viernes, 13-01-2017, Gaudium Press) A través de un estudio de los Archivos Secretos Vaticanos, dos investigadores realizaron una cronología de las acciones de la Santa Sede en relación con el genocidio armenio. Los documentos prueban el interés y acción de la Iglesia para buscar la protección de las vidas de un millón y medio de cristianos armenios que fueron eliminados sistemáticamente de 1915 a 1923. A través de masacres y la deportación de mujeres, niños y ancianos al desierto, el Imperio Otomano realizó el primer genocidio del siglo XX bajo la excusa de aplacar una supuesta insurrección de ciudadanos favorables a Rusia.

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El genocidio armenio cobró la vida de 1.5 millones de creyentes. Foto: PAGMC.ORG

«El Vaticano hizo lo que podía, y en algunos casos lo que no podía, porque el Nuncio fue a reunirse con personas que estaban fuera de la esfera diplomática», explicó a Rome Reports la investigadora Valentina Karakhanian, coautora del libro que narra los hechos, cuya figura central es el Cardinal Angelo Maria Dolci, quien como Delegado Apostólico se enteró paulatinamente de lo que sucedía e intentó detener la matanza.»El Delegado Apostólico no tenía derecho de ir a esas oficinas. Pero él fue y enseñó los documentos privados de la delegación, porque para llegar al Sultán era necesario mostrar la firma del Papa».

El Cardenal Dolci (quien entonces no había recibido el capelo cardenalicio) organizó encuentros con ministros, con el Gran Visir e incluso con el Sultán. «Él habló en nombre del Papa y de la Santa Sede, porque tenía la certeza de que el papa Benedicto XV quería ayudar y salvar a estas gentes», comentó Karakhanian. La investigación incluyó todos los documentos referidos al genocidio armenio y los protagonistas incluyen a armenios, Obispos, Nuncios y embajadores para intentar denunciar los hechos y obtener un cambio de voluntad del Sultán.

«En cierto punto, él (el Card. Dolci) entendió que la persecución no era en contra de los armenios, sino de los cristianos en el territorio», expuso la investigadora. «Los cristianos tenían que ser eliminados de ese territorio. Junto a los armenios, muchos asirios, caldeos, melquitas y maronitas fueron perseguidos y asesinados». Mientras Turquía continúa negando que las acciones puedan ser calificadas como genocidio, este reconocimiento ya ha sido hecho por 29 países del mundo, incluyendo la Santa Sede.

Con información de Rome Reports.

 

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