Madrid (Viernes, 20-01-2017, Gaudium Press) Ejemplos de atención a indigentes por parte de la Iglesia durante esta ola de frío que azota a España, abundan.
En la iglesia de Santa Anna, de Barcelona, se han organizado grupos voluntarios por turnos de 3 horas durante las 24 horas del día. Se recogen mantas, sacos de dormir, calcetines. La parroquia de Premià de Mar también abrió sus puertas durante la noche. Y la Iglesia de Sant Miquel del Port está igualmente prestando servicio.
También se atienden las necesidades espirituales de los pobres.
La asociación Casa de María, Reina de la Paz (responsables de organizar la Adoración con los pobres de la Barceloneta todos los jueves) han repartido rosarios entre los indigentes y poder rezar todos juntos. Han acudido también las Hnas de la Caridad de Calcuta y las hermanitas del Cordero.
En la comunidad valenciana, la asociación Ca la Mare de Catarroja ha gestionado con el arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, la apertura nocturna de dos parroquias de Valencia y un centro de Cáritas.
«Podremos darles la cena, que duerman calentitos y mañana les daremos el desayuno», indicaba la presidenta de la asociación. Ca la Mare ya estuvo repartiendo bocadillos y bebida caliente a los sintecho que se refugiaron en la parada de metro Túria por la ola de frío. En Alcoy todas las parroquias permanecieron abiertas para acoger a los sin techo.
El que la ola de frío haya afectado zonas no comunes, hace que los indigentes estén menos preparados para enfrentarla.
Con información de Infocatolica
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