Redacción (Lunes, 23-01-2017, Gaudium Press) Con el título de «Mineros y su Santuario» el Arzobispo Metropolitano de Belo Horizonte, Mons. Walmor Oliveira de Azevedo, habla de la importancia y del significado del patrimonio material e inmaterial y afirma que el «desarrollo integral de una sociedad depende, significativamente, de su capacidad para valorizar y cuidar de su patrimonio, que incluye personajes y acontecimientos de su historia».
Para Mons. Walmor «son ellos los que tejen la cultura – pilar del progreso, del desarrollo, del sentido de respeto». Y él saca lecciones de eso:
«Por eso, los mineros [habitantes del estado de Minas Gerais en Brasil] tienen que aprovechar la «oportunidad de oro» que marca este nuevo año [Año Jubilar del Santuario de Nuestra Señora de la Piedad] y, así, impulsar crecimientos, consolidar la fuerza del Estado de Minas Gerais, en los más diferentes escenarios.
Momento especial – Santuario Nuestra Señora de la Piedad
«Ese momento especial es la celebración del Año Jubilar – los 250 años del pueblo peregrinando en la fe al Santuario Nuestra Señora de la Piedad – la Patrona de Minas Gerais, dice Mons. Walmor.
«La vivencia de este tiempo, continúa el Arzobispo, es una convocación que remite a todos los mineros a la Sierra de la Piedad, tesoro de inestimable valor ambiental y ecológico. Allí está un milagro de la naturaleza, obra del Creador, con riquísima fauna que es referencia para pesquisas científicas de diferentes centros académicos. Ese singular jardín botánico congrega, armoniosamente, la Selva Atlántica, el Cerrado y los Campos Rupestres. Un territorio con más de un millón de metros cuadrados, asentado sobre una roca de hierro, minas de oro y acuífero exuberante, patrimonio que jamás será presa de la deforestación del lucro y la ambición desmedida. Este Año Jubilar es, justamente, tiempo propicio para afirmarse – a partir de legislaciones, gestos concretos de solidaridad y actitudes ciudadanas – conforme se reza en la oración de consagración a Nuestra Señora de la Piedad – Patrona de Minas Gerais: ese patrimonio es herencia nuestra que vamos siempre preservar y defender.»
Valorización del Patrimonio, de la cultura, de la religiosidad
«La retomada del crecimiento y el desarrollo del Estado depende de esa consciencia que nace de la valorización del propio patrimonio y de la cultura. Una mirada valorativa sobre lo que se es y lo que se tiene, afirma Mons. Walmor.
Para el Prelado, «esa mirada permite reconocer también los tesoros de la religiosidad, un legado de riqueza inestimable de ese estado diamante. El Año Jubilar celebrado en 2017 exalta, precisamente, la fe católica minera – 250 años de peregrinaciones al Santuario de la Patrona de Minas Gerais.»
Caminos de la oración…
«El Santuario Nuestra Señora de la Piedad es el corazón de Minas Gerais y este Año Jubilar debe ser vivido sobre los caminos de la oración y el trabajo. En los caminos de la oración, todos son invitados a peregrinar – en grupos, con las comunidades de fe y familias, para vivir los momentos que reúnen celebraciones y la oportunidad de reconciliarse con Dios. Momentos propicios para dejarse tocar por la fuerza restauradora del silencio de la montaña sagrada, por su viento que limpia el corazón, fecundándolo con la densidad espiritual de la presencia inspiradora de María, discípula ejemplar.»
«Ese Año Jubilar», continúan las afirmaciones de Mons. Walmor, «que precisa ser vivido también en los caminos del trabajo, es convocación para que todos, en sociedad y colaboración con los que integran el «Hago Parte – Campaña de los devotos de Nuestra Señora de la Piedad -, instancias gubernamentales y segmentos diversos, se comprometan con la realización de obras fundamentales: la edificación de la Vía del Peregrino, del Museo María Regina Mundi, la conclusión y restauración de la Iglesia Nueva de las Romerías, que puede tornarse Basílica de la Patrona de Minas.
…para fortalecer los latidos del Corazón de Minas
«Esas y tantas otras iniciativas buscan fortalecer, cada vez más, el Santuario y, consecuentemente, los latidos del Corazón de Minas, que es ese territorio sagrado. Peregrinar al Santuario y recibir la gracia de una nueva etapa en la vida – abriendo un nuevo ciclo familiar, personal y social, de vida ciudadana y religiosa -, además de asumir la tarea de divulgar que Nuestra Señora de la Piedad es la Patrona de Minas Gerais. Un compromiso de todos, acto de fe y de religiosidad, de ciudadanía y de aprecio por el don de ser del Estado de Minas Gerais.
«Ahora es la hora de los mineros y de su Santuario», concluye. (JSG)
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